“El criminal estaba en las gradas viendo los juegos y nadie sospechó de él. Quizás la justicia terrenal no lo castigue, pero algún día la vida le hará pagar bien caro lo que ha hecho”, comentó Teresa Cruz, al pie de la cancha Los amigos de Lino, del barrio Centenario, de la parroquia José Luis Tamayo (Muey), cantón Salinas, Santa Elena, en donde la noche del viernes 4 de octubre de 2024 fue asesinado Eddy Javier Nieves Ponce.

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La víctima participaba en un campeonato intercolegial de vóley de padres de familia y estaba en pleno partido. Cuando el verdugo bajó de las gradas, caminó hacia donde estaba el deportista y le propinó cinco tiros con un arma de fuego. La mayoría de las balas le impactaron en la cabeza y lo dejaron moribundo en el piso.

Al jugador lo acompañaba su familia. Él la había invitado para que vean cómo se destacaba en este deporte. Sus allegados también fueron testigos de su crimen. La esposa de Eddy Javier, junto al cuerpo de su amado, le gritaba que no se muera y no la deje sola en este mundo.

El herido fue llevado a una casa de salud, pero a los pocos minutos de su ingreso los médicos confirmaron su muerte.

“Es una pena lo ocurrido, jugando vóley lo matan... Dios mío, hasta dónde está llegando la maldad”, dijo el habitante Enrique González.

Eddy Javier Nieves Ponce, de 45 años, conocido por sus amigos como El Toro, era propietario de una ferretería en el sector Vinicio Yagual. Sus vecinos indicaron que era un hombre tranquilo y colaborador por el desarrollo del barrio.

En el escenario deportivo donde se produjo el crimen, algunos comentaban que fueron dos muchachos quienes habrían participado en el crimen del comerciante. Ellos habrían ingresado antes de que participe el equipo de la víctima e inclusive aplaudían las destrezas de los jugadores.

Parecían aficionados normales, pero cuando El Toro marcó un punto a favor de su equipo y todos gritaban emocionados, sonaron los disparos.

Los policiales investigan si Nieves había recibido amenazas por extorsión o si tenía enemigos. Se revisaron las cámaras de los locales comerciales aledaños del escenario deportivo, que es un área cerrada.

Este fue el segundo ataque armado que se produjo en la cancha de vóley Los amigos de Lino, en lo que va de este año. Hace dos meses también intentaron asesinar a un jugador, pero en esa ocasión los sicarios fallaron y dejaron lesionado a su objetivo.

En el primer ataque los testigos señalaron que los disparos fueron para dos personas, uno alcanzó a huir y al otro apenas una bala lo rozó. Los presentes se abalanzaron contra los pistoleros y estos tuvieron que huir.

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