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Apagones reviven el uso de candiles y lámparas de kerosene en Playas
Por los prolongados cortes en el suministro de electricidad, varias familias han desempolvado antiguos enseres de iluminación
Con los continuos cortes de energía eléctrica, debido al estiaje que se vive en el país, en varios hogares han vuelto “a la moda” los candiles, elaborados con tarros de leche y mecheros. Así también se han desempolvado las antiguas lámparas que funcionaban con kerosene, usadas hace más de cinco décadas.
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“Parece mentira que después de más de medio siglo volvamos a alumbrarnos con las antiguas linternas que ya estaban en el olvido”, dice Colombia Crespín, de 80 años, quien el pasado miércoles 16 de octubre de 2024 desempolvó ese implemento con el cual se iluminaban en la casa de sus padres cuando ella tenía unos 10 años, en el barrio Bellavista, del cantón Playas, Guayas.
Ella guardaba uno de estos artefactos y, ante los apagones, lo buscó. Está en buen estado, solo un poco oxidado, y mandó a uno de sus nietos a comprar un poco de diésel. Se dispuso a hacerle una mecha y puso en funcionamiento aquella vieja linterna para alumbrarse como en épocas pasadas.
Se ahorran en velas y focos
Bélgica Gonzabay, de 75 años, también se vio obligada a buscar aquella linterna que tendría unos 60 años guardada en un baúl y la encendió en estas últimas noches, cuando el sector se pone en tinieblas por los obligados apagones.
Mientras limpiaba el tubo del artefacto y con papel periódico sacaba el hollín que deja el humo de la mecha encendida, la señora de más de siete décadas de vida recordó esos tiempos de su infancia, cuando se alumbraban con las lámparas de kerosene.
“¡Qué ironía! Desde niña me alumbraba con linterna, y ahora, en mi vejez, lo mismo. Dicen que los tiempos no vuelven, pero en este caso sí; es un tiempo de oscuridad”, resaltó Bélgica, quien además destacó que les resulta más económico iluminarse con estos antiguos enseres. Ya no compran velas ni focos recargables, sino el combustible para “tanquear” su lámpara.
USAN TEAS
TAMBIÉN ECHAN MANO DE UNA TEA
Rocío Vaque, en cambio, enciende teas o candiles para alumbrarse todas las noches durante las cuatro o cinco horas que duran los cortes de energía en su sector. “Mi nieta Cindy es la encargada de encender las teas y candiles, y también de apagarlas cuando vamos a dormir, pues es peligroso dejarlas encendidas. Se pueden caer y provocar un accidente”, advirtió.
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