Eduardo lo planificó todo. El manabita, amante del fútbol y de los campeonatos de ‘cuerpeo’ en moteles, ante el anuncio de los apagones, decidió pagar una habitación para poder ver la final de la Copa Sudamericana y, a su vez, darle cariñito a su pareja, es decir, ‘matar dos pájaros de un tiro’.

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“Vivo en un barrio donde justamente a la hora del partido de la final entre Liga y Fortaleza no habrá fluido eléctrico. Por eso le dije a mi ‘pelada’ para irnos de ‘motelazo’ y aceptó”, narró el hombre oriundo de la parroquia Los Esteros, ciudad de Manta, provincia de Manabí.

El hombre de 27 años sabía que sin jugar tendría su labor de calentamiento y su propia previa; le gustó la idea de tener su ‘encuentro’ en cancha neutral: ni su casa ni la de su pareja.

El partido fue a las 15:00 de ayer (28 de octubre), aunque Eduardo llegó una media hora antes para hacer sus propios ‘goles’.

“Para mi pareja soy un campeón, esperemos lo mismo consiga Liga de Quito en suelo uruguayo. Creo que es una buena combinación tener sexo y disfrutar del fútbol”, narró el hombre, quien recomienda a la ‘pípol’ esta experiencia. El manaba le sacó provecho a la situación.

Mientras Liga esté jugando buscando el título, dijo Eduardo, “en la habitación no habrá un VAR, pero sí un bar”, en el que se ‘pegaría’ unas copas de vino y hasta pediría pizza para recuperar fuerzas. Eso sí, afirmó que en el partido carnal habrá una falta, la falta de tiempo... 

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