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Opinión

Palos de ciego

En los primeros días de la presente semana se celebraron a todo dar las fiestas julianas, rindiendo homenaje al Libertador Bolívar, en su “santo”, el lunes 24; mientras que el martes 25 se recordaba la Batalla de Jambelí (cuando se repitió la confrontación bíblica en que David venció a Goliat gracias al cañonero Calderón). Y también, por supuesto, -la fundación española de La Perla, que es ahora la ciudad más grande y populosa del Ecuador.

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Lo nuevo de tal celebración fue que después de toda la tal “década ganada” (según los de AP) el Presidente de la República sí estuvo presente en la sesión solemne del Cabildo, sin organizar otro acto paralelo como lo hizo su antecesor durante estos diez años “verdes”, cuando los insultos y las frases hirientes eran el plato principal del día, aprovechando que tenía el respaldo de miles de seguidores que disfrutaban de prebendas descaradas que salían del bolsillo de los contribuyentes ecuatorianos.

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También en estos días guayacos el presidente Lenín Moreno se reunió, haciendo uso de su teoría del diálogo, con tirios y troyanos, es decir con la oposición y con los adeptos a la Revolución Ciudadana. Y aunque sigue laborando con la mayoría del mismo equipo que acompañó a Correa, se permite ciertas declaraciones y actuaciones que producen reacciones no tan amables desde Bélgica...

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Mientras tanto, siguen las investigaciones sobre las generosas dádivas de Odebrecht con nuevos nombres y siglas, aunque para la oposición todavía no aparecen los “peces gordos”, por la confidencialidad del Fiscal General. ¿Querrá imitar a su escurridizo antecesor Galo Chiriboga?...