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Opinión

Obligados a escoger: el empleo o la vida

El miedo a ser víctima de la extorsión y de la violencia criminal está dejando sin profesionales a los hospitales y otras entidades públicas y privadas de las ciudades más peligrosas del territorio nacional, entre ellas Esmeraldas, Quevedo y Durán. La falta de contundencia de los cuerpos de seguridad hace sentir a los trabajadores que deben escoger entre el empleo y la vida y, por supuesto, eligen el continuar desarrollando sus profesiones en otras latitudes.

Las deserciones laborales siguen aumentando en las provincias de Esmeraldas y Los Ríos porque la ola criminal y delictiva está alcanzándolos en todas las áreas.

El sentir ciudadano es que no existe ningún tipo de respaldo de los cuerpos de seguridad del Estado, que se han olvidado de brindar protección a los hospitales y a las empresas proveedoras de servicios básicos, que han tenido que cambiar los horarios de atención ciudadana y de movilización solamente durante las horas de luz natural.

La migración de profesionales, no solo interna sino externamente, hace recordar los peores días de la crisis bancaria, agravada por el fenómeno El Niño de 1997-1998. El país sigue esperando la reacción de las instituciones del Estado con la contundencia que se necesita. ¡Actúe, señor presidente!