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Opinión

Editorial: Un ‘show’ más de nuestros políticos

El debate electoral, lejos de ser un escenario que arroje luz sobre los planes de los presidenciables, terminó siendo un circo político por los discursos superficiales y las respuestas jocosas o incongruentes que terminaron en memes. Un desacierto que, en definitiva, es un fiel reflejo de la calidad de candidatos que tenemos.

En el ‘show’ pasado fue evidente la falta de preparación de más de uno. Los partidos y movimientos políticos que designan a sus candidatos deberían aplicar un filtro mínimo, medido no solo por el conocimiento que pueda tener el postulante, sino por su nivel de vocación para servir a otros. Si los partidos o sus propios simpatizantes insisten en elegirlos es deber de quien se postule analizar, con base en sus capacidades, si deben aceptar o no. A nadie le gusta ser el hazmerreír del país. ¿O sí? No hacerlo es mostrar total irrespeto a la esperanza de los ciudadanos de hallar mejores líderes. Pero también es hacerle daño a la imagen del país.

El debate transcendió las fronteras. A él no solo se conectaron ecuatorianos, también catedráticos, inversores extranjeros y analistas de la televisión internacional, que con este episodio pudieron forjarse una idea de quiénes podrían gobernar el país y qué consecuencias tendría en el manejo económico.