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Opinión

Editorial: Queda el miedo en la población

Cada vez es más recurrente el reporte de novedades con explosivos en la capital. Esta semana fueron hallados dos objetos que pusieron en vilo a los vecinos del norte, pues los dejaron en sitios residenciales.

Agentes del Grupo de Intervención y Rescate (GIR) desactivaron los artefactos y nadie resultó herido, pero la sensación de inseguridad queda. La costumbre de estar alerta por si hay algo sospechoso ya es parte de las personas... igual que el susto al ver circular muy cerca una motocicleta. Da miedo.

Hace unas semanas, todo un barrio se paralizó cuando se encontró un tanque de gas con explosivos en una gasolinera.

Aunque ninguno de estos explosivos detonó, queda la inquietud de quién y para qué se planean estas situaciones. Solo se logra asustar a una población que, ahogada por la inseguridad, cada vez se recluye más en su casa.

Ahora, cualquier objeto botado en la calle es un posible artefacto explosivo. Se prenden las alarmas, se paraliza todo. Hasta que no se compruebe lo contrario, todo resulta sospechoso. No se puede vivir así.