La trampa y el ‘palanqueo’, dos de los tantos males que por años han torcido a nuestra sociedad, se reflejan en la lista de vacunados contra la COVID-19 por la generosa ‘invitación’ del gobierno de Lenín Moreno.

Nada más indignante que esto en un país que se cae a pedazos cada día con todo tipo de denuncias de corrupción, acusaciones entre funcionarios públicos, que se lanzan lodo y cualquier porquería que encuentran, mientras el pueblo, en medio de este vergonzoso escenario, se ‘come la película’ más triste de los últimos tiempos en materia de salud pública.

La divulgación de una lista con supuestos beneficiarios de la vacuna, entre los que aparecen un secretario de Estado, asesores políticos, empresarios, reconocidos abogados, periodistas, entre otros, ha desatado la ira de los ciudadanos de a pie y de los que ‘habitan’ en las redes sociales. Pero también le ha costado la cabeza a Rodolfo Farfán, quien dejó el cargo de ministro de Salud por este escándalo.

Farfán duró solamente 19 días como ministro y se va por la puerta de atrás, como lo hizo su predecesor, Juan Carlos Zevallos, también en medio de cuestionamientos por la ‘vacunación privilegiada’, caso en el que destacó su madre en un centro geriátrico. ¿Cuánto más aguantará este país a los ‘sapos’, esos infaltables ‘sabidotes’ que buscan colarse en todo para sacar ventaja, sin ninguna pizca de ética?