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Opinión
Editorial: Menos morbo y más solidaridad
El accidente ocurrido en la vía Panamericana Norte, en Guayllabamba, puso en evidencia un fenómeno social que se está repitiendo cada vez con más frecuencia en la población: quienes atestiguan agresiones, hechos violentos, choques o incidentes de tránsito y de toda índole, en lugar de actuar socorriendo a los heridos o calmando a los familiares o acompañantes de las víctimas, se dedican a ‘documentar’ lo sucedido, con videos que se vuelven virales en redes sociales, irrespetando el dolor de los afectados y muchas veces atentando incluso contra la dignidad de los fallecidos.
En el caso específico de este choque que involucró a más de 20 vehículos, además de la conmoción que causó la difusión de las imágenes de los autos siniestrados, acompañadas de los gritos de dolor de los sobrevivientes y de los familiares de los fallecidos, la labor de rescate se vio obstaculizada por los automotores de quienes por curiosidad bajaron, no a ayudar, sino a grabar lo que acontecía, impidiendo el paso de las ambulancias. Los mismos obstáculos tuvieron que salvar los rescatistas que acudieron a auxiliar a un bus que quedó al borde del Puente de la Unidad Nacional, entre Guayaquil y Durán, en días pasados.
Con la tecnología de punta que tiene a su disposición, la gente pierde la noción de lo que es prioritario: auxiliar a las víctimas, y prima el morbo que lleva a la deshumanización.