Según los últimos informes de los organismos mundiales que registran la actividad pesquera en el mundo, se ha determinado que nada menos que 557 especies marinas están desapareciendo o han sido afectadas por las pescas ilegales que se cumplen a gran escala en diferentes zonas de los océanos que forman parte del planeta en el que vivimos.

Estos pescadores ilegales, además de atentar contra la fauna submarina, también destruyen los arrecifes de coral, los manglares y amenazan las fuentes de alimento y los medios de vida de comunidades costeras y de los pescadores que cumplen diariamente sus faenas en forma legítima.

En los últimos meses de este año (además afectado por la pandemia del coronavirus) barcos que integraban una flota pesquera china de 600 embarcaciones que llegaron hasta los límites de nuestro mar territorial, cercano a las islas Galápagos, luego se dirigieron hacia el sur, lo que ha provocado la protesta ante el gobierno de Pekín, exigiendo el fin de esas actividades ilegales de pesca que atenta a contra nuestra fauna marítima.

De acuerdo con informes técnicos, se señala que, en el mundo, actualmente se pierde en los océanos hasta un millón de toneladas de los productos de pesca debido a la acción de esas grandes flotas pesqueras que, aparte de acabar con cientos de especies marítimas, ensucian los mares con los desperdicios que producen.