Estamos ya a mediados del año 2020 y seguimos llevando un ritmo de vida como no lo habíamos sufrido desde mediados del siglo pasado y en las dos primeras décadas del actual.

Quienes estamos vivos desde la época de la Segunda Guerra Mundial (1939 - 1945), que dejó el saldo trágico de más de sesenta millones de muertos, la mayoría de ellos europeos, solo recordamos la llamada Gripe Asiática de 1957; la de Hong Kong de 1968 y el VIH, que se reveló en la década del 80 debido a la confesión de la homosexualidad del conocido y ya fallecido actor Rock Hudson. Esta enfermedad ocasionó la muerte de unas 35 millones de personas.

Después vino el Sars en 2002, que motivó la muerte de pocos miles de afectados. Luego nos invadió la gripe porcina en 2009, que causó unas 200 mil muertes. En 2014 llegó el Ébola, que dejó el trágico saldo de 12 mil fallecidos.

Pero hace ya algunas generaciones no habían sufrido una epidemia como la actual del coronavirus que lleva ocasionando centenares de miles de muertos por todo el mundo. Y lo peor es que, pese a todos los avances de la medicina moderna, aún no se descubre la cura para este mal que no solo está causando pérdidas humanas sino también enormes crisis económicas.