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Opinión

Editorial: Desconfiar hasta de los vecinos

Para disminuir el riesgo de ser víctimas de la delincuencia, los ciudadanos se han ‘atrincherado’ en sus hogares y han limitado sus actividades

Para disminuir el riesgo de ser víctimas de la delincuencia, los ciudadanos se han ‘atrincherado’ en sus hogares y han limitado sus actividades, debido a la indefensión a la que están expuestos. Una de las medidas que cada vez más ecuatorianos adoptan es adquirir una vivienda en una urbanización cerrada, ya que creen que estar tras muros y contar con una garita de ingreso y vigilancia proporciona un mayor grado de seguridad. Sin embargo, el intento de robo de un vehículo dentro de una ciudadela privada en Daule, perpetrado por un individuo que ingresó con la autorización de un residente, destruye esta creencia. No se puede confiar ni en los vecinos.

La grave situación económica que atraviesa el país ha llevado a los propietarios que arriendan bienes inmuebles, en su afán por obtener una renta, a no extremar las precauciones al seleccionar a sus inquilinos. Es indispensable que, antes de arrendar una propiedad, se investiguen, hasta el último pelo, los antecedentes y se soliciten referencias que permitan establecer la legalidad de los ingresos del candidato. Los corredores de bienes raíces suelen incluir estas gestiones en sus servicios. Además, en el caso de las urbanizaciones cerradas, los reglamentos pueden contemplar estas indagaciones como parte de las cláusulas que deben cumplirse para que un propietario pueda arrendar su casa o departamento.