El nuevo reglamento de la Ley de Comunicación ha sido un ‘bombazo’ para la liga profesional de fútbol del país, ya que en el artículo 56 prohíbe la publicidad de apuestas o predicciones deportivas.

Esta decisión termina siendo un ‘autogolasso’, puesto que se contrapone con la regularización tributaria que el mismo Gobierno realizó en mayo a estas actividades. Por eso, la liga profesional lo califica como un ataque a la industria del fútbol ecuatoriano.

Pero todo este relajo nace de un vacío legal, del cual se han aprovechado estas empresas, muchas sin domicilio en el país, para ganar terreno y auspiciar equipos y torneos. En 2011 se prohibieron los juegos de azar, casas de apuestas y casinos. Esto está contemplado como delito en el artículo 236 del Código Orgánico Integral Penal.

Se viene un lío en el que muy tarde se ha atendido el caso de los apostadores compulsivos. La ludopatía ha crecido de forma silenciosa en nuestro país.