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Opinión

Editorial: ¡El apagón de los bolsillos!

El impacto de la crisis energética es a todo nivel, pero el pueblo es quien aguanta el golpe más fuerte

El impacto de la crisis energética es a todo nivel, pero el pueblo es quien aguanta el golpe más fuerte, ya que su economía limitada no le permite acceder a generadores eléctricos e, incluso, a algo tan básico y que hasta hace pocos meses era baratísimo, como los focos recargables.

El aumento descontrolado de los precios de estos dos productos se convierte en un tema crítico que merece la atención de las autoridades. La realidad es que muchas familias dependen de un salario básico, que actualmente no supera los 400 dólares mensuales, lo que representa un gran esfuerzo para cubrir sus necesidades básicas, incluida la iluminación del hogar.

Además, los problemas derivados de los odiosos apagones no se limitan a la falta de luz. La inestabilidad del suministro eléctrico ha causado daños en electrodomésticos, dejando a muchas familias sin dinero para repararlos. La pérdida de alimentos perecederos debido a cortes de energía representa otro golpe a la economía familiar, pues se suma a los gastos de sustitución de estos productos, que ya de por sí son elevados. El bolsillo del pueblo no da para más. La suspensión del cobro de planillas eléctricas del mes de septiembre no resulta suficiente para muchas familias de escasos recursos, ya que ese ‘ahorro’ se va en velas o en comprar focos recargables que están carísimos.