Una situación por demás vergonzosa está padeciendo el alcalde de Quito, Jorge Yunda, cuya excusa o destitución parece cada día lo más justificado debido a que se acentúan las acusaciones en su contra, mientras que la tan esperada inauguración del Metro se sigue aplazando en forma indefinida.

No se puede olvidar la criticable actuación del alcalde durante los graves sucesos ocurridos en el país, especialmente en la capital, donde el nuevo edificio de la Contraloría General de la Nación resultó seriamente afectado e incendiado, acusándose de ello a simpatizantes correístas en vista de lo cual el gobierno de Lenín Moreno tuvo que ser trasladado provisionalmente a Guayaquil.

Todos los ecuatorianos recordamos la pobre intervención de Yunda en la capital durante una entrevista televisada, a raíz de los graves sucesos ocurridos en el país en octubre de 2019.

Yunda confiaba, quizás, en el triunfo electoral del candidato presidencial Andrés Arauz, con el apoyo del ex jefe de Estado, Rafael Correa, pero como las cosas no ocurrieron así, el panorama político se le ha complicado al alcalde de la Carita de Dios y ahora hasta los concejales que lo apoyaban están en su contra. Y todo se agravó más al descubrirse las supuestas andanzas de su hijo en la marcha administrativa municipal, afectando seriamente el aspecto financiero de nuestra capital.