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Opinión

Los jubilados entre la demagogia y la realidad

La Constitución del 2008 dio el derecho al estímulo pecuniario a los profesores fiscales en lo particular y en lo general a todos los servidores públicos. La norma daba una regla de cálculo. Pero la prepotencia del correato a discreción dio lo que quiso. Por ejemplo, los jubilados del período 2008, 2009 y 2010, han sido ignorados en el cuadro a asignaciones con motivaciones de lesa humanidad. No les quieren pagar, cuando ellos son los que menos recibieron, si bien es cierto les dieron en efectivo, pero fue una cantidad insignificante con relación a lo que deberían haber recibido. Por cada jubilado del período analizado el Estado ecuatoriano debe aproximadamente entre 20.000 y 26.000 dólares.

Todos han sido perjudicados. Los que recibieron los bonos tuvieron que venderlos con descuentos de hasta 30%; y quienes se resisten a venderlos, el Estado debería comprarlos sin descuentos como quiso hacer el fondo de cesantía del magisterio mientras estaba dirigido por los maestros fundadores.

Los maestros exigimos más respeto

Mucha culpa de lo que hoy pasa la tenemos los docentes ¿y saben por qué? Porque siempre tapamos agujeros; porque si no hay tinta para imprimir la compramos para entregar lo que se pide; porque si no hay elementos de limpieza los conseguimos para que la escuela esté limpia; porque si faltan los auxiliares agarramos escobas y nos ponemos a limpiar; porque si faltan los vidrios hacemos rifas o salimos a pedir por la ciudad a alguien que se apiade para donarnos lo que hace falta; porque compramos tela y hacemos las cortinas de las aulas; porque compramos pintura y nosotros más de una vez pintamos las aulas.

Por El Lic. Ricardo Ordóñez Jaramillo