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Opinión
“Llora como mujer lo que no supiste defender...”
“...como hombre”. La frase es de la sultana Aixa, madre del último rey islámico de Granada, Boabdil el Chico. Ella se lo dijo a su hijo cuando este salió de la Alhambra tras rendirse a los Reyes Católicos, el 2 de enero de 1492.
La auténtica trayectoria de Boabdil es un tanto meliflua, cambiante en sus alianzas: fue capturado por los cristianos en la campaña de 1481-1483 y, como se encontraba enfrentado a su padre, el sultán Abu Hassan Alí, aceptó declararse vasallo cristiano a cambio de la libertad y de entregar Granada en su momento.
Pero no cumplió su palabra y eso desencadenó la campaña final de la Reconquista. Tras exiliarse en las Alpujarras, murió en Marruecos en 1527.
Nos trasladamos a 1492, y más concretamente a las afueras de Granada, donde un rey derrotado, llorando, camina hacia el exilio. Mientras tanto escucha que le dirigen una dura sentencia: “Llora como mujer lo que no supiste defender como hombre”. Debemos situarnos en la fase final de la Reconquista de la Península Ibérica, la toma de Granada por parte de los Reyes Católicos (Isabel de Castilla y Fernando de Aragón).
La conquista del Reino de Granada fue un largo proceso, donde las fuerzas cristianas supieron aprovecharse de los conflictos internos granadinos entre Muley Hacén, el Zagal y Boabdil. Muhmmad XII fue el último rey de Granada, más conocido como Boabdil. Se sublevó contra su padre en 1482 y consiguió acceder al trono.
La guerra entre cristianos y musulmanes tuvo sus principales momentos en las conquistas de Ronda (1485) y Málaga (1486) por parte castellana. El sitio final de la ciudad de Granada, de abril de 1491 a enero de 1492, culminó con la rendición final de Boabdil, el último monarca del último reino musulmán de la Península Ibérica.