La actividad política, a pesar de los problemas, los temores y la grave paralización de actividades causada por la pandemia del Coronavirus (con un gobierno con su tarjeta económica ‘en rojo’ y más de un millón de ciudadanos despedidos de sus trabajos), parece haberse encendido luego de que se venció el plazo de las elecciones primarias o internas de los partidos y se presentó un número sin precedentes de 19 binomios en nuestra historia electoral, cifra récord incluso en comparación con el resto de países en el mundo.

Mientras tanto, cierta problemática de tipo económico y operativo, sobre todo con la intervención de políticos y organismos públicos como la Fiscalía y la Contraloría, están creando situaciones de conflicto en el Consejo Nacional Electoral (CNE)cuyos vocales, por su parte, han aclarado que quienes critican o tratan de interferir en el proceso electoral que está en marcha están incurriendo en actos de infracción electoral que, de acuerdo a las leyes vigentes, atenta contra la actividad democrática del país.

A la vez, mientras el CNE aprueba un presupuesto de 140 millones de dólares para los gastos electorales de 2021, que ha sido disminuido por la falta de liquidez fiscal, el Gobierno nacional, por su parte, trata de cierta manera de dejar sin efecto la obligatoriedad del voto de los ciudadanos comprendidos entre los mayores de 18 y 65 años de edad, para evitar las aglomeraciones de votantes ante las urnas.