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Opinión

Editorial: Pedidos y ofertas electorales

Es indudable que la situación de crisis económica y emocional que arrastra el país - igual que el resto del mundo- por la pandemia de la COVID-19 que ha coincidido en Ecuador con la campaña electoral que inició el 31 de diciembre, exige a los candidatos, sobre todo presidenciales, pero también a los que integran las listas para asambleístas, a hacer ofertas que vienen encuadradas en el marco de las exigencias populares que no se habían dado en las lides comiciales anteriores.

Y es así como desde los diferentes gremios de la sociedad civil, además, se hacen diferentes peticiones a los candidatos que aspiran a llegar a la primera magistratura del país, esperando que tales propuestas sean escuchadas e incluidas en los programas de Gobierno que serán presentados ante la ciudadanía sufragante, con el fin de captar el mayor número de votos.

Pero lo que resulta preocupante para los ecuatorianos es que los ofrecimientos, como ha ocurrido en gobiernos anteriores, caigan en un ‘saco roto’ y no se concreten, o que esa ‘sábana’ no alcance para arropar a los más de 17 millones de compatriotas. Y es que hay más de una deuda pendiente en áreas como la salud, educación, seguridad, vivienda y empleo. Solucionar los grandes temas del país sin aplicar parches para darle un mejor futuro a las nuevas generaciones va más allá del populismo.