Hay que actuar ya, o los ecuatorianos tendrán que asistir al ‘entierro’ del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS). Los responsables de la política pública deben priorizar el bienestar de los afiliados y jubilados, implementando reformas que aseguren la viabilidad del sistema a largo plazo. Por su parte, la sociedad civil debe mantenerse vigilante y exigir transparencia y responsabilidad en la gestión.

El futuro y la tranquilidad de millones de afiliados y jubilados dependen de las decisiones que se tomen ahora. Es urgente dejar de perder tiempo valioso, ya que las consecuencias a largo plazo podrían ser devastadoras.

El IESS puede y debe ser rescatado, pero solo será posible si todos los actores involucrados asumen su responsabilidad y colaboran para construir un sistema de seguridad social robusto y sostenible.

La inacción de las autoridades y la falta de voluntad política para abordar los problemas de la seguridad social con la urgencia necesaria son errores que tendrán costos elevados. Cada día que pasa sin una reforma integral se desperdicia tiempo irrecuperable y se pone en mayor riesgo la sostenibilidad del sistema. No podemos esperar a agotar las reservas para comenzar a garantizar las futuras pensiones.