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Opinión
Abundan los incendios forestales
Costa, Sierra y Oriente están sufriendo por incendios en bosques y tierras para sembríos, sin que haya explicación al por qué de los flagelos.
No quiero pensar que alguien esté provocando estos incendios, pero el descuido y la falta de prevención pueden provocarlos, pues el sol quema como fuego, y calienta el césped o los bosques de lo que sea. Una piedra suelta que ruede por algún lugar, al chocar contra otra, puede producir una chispa que encenderá las calcinadas hojas.
Las chispas que produce un carro en una frenada brusca también puede originar un incendio. Igual, los vidrios rotos que se lanzan de donde sea. El vidrio se calienta, y en forma lenta provoca la llama que origina un flagelo.
Capítulo especial merecen quienes fuman. Al terminar el cigarrillo no constatan si la colilla está bien apagada y, basta que haya un milímetro de tabaco encendido para que de allí surja un flagelo o la colilla de un cigarrillo mal apagado. Además, que en muchas zonas rurales no se roza la yerba, alistándola para algún cultivo, sino que se creen que es mucho mejor si se la quema, porque así también desaparecen los insectos...
Además de que pueden haber incendios provocados por un rayo en una “tormenta seca”, son más los causados por la irresponsabilidad humana. Y si se comprueba esto, la ley no debe tener reparo en aplicar el castigo.