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Más violencia: una de las consecuencias de tener a los dos líderes de Los Choneros en libertad
La dupla criminal entre Fito y JR, los líderes de Los Choneros, incrementaría el caos si se ponen a trabajar juntos en libertad. Expertos opinan.
En este 2023 al Ecuador se le avecina una situación que podría superar el terror conocido hasta este momento, pues existe la posibilidad de que los dos mayores capos criminales de Los Choneros lleven a cabo sus actividades ilícitas fuera de una prisión. Uno ya está libre y el otro estaría cerca de salir.
La última vez que esta agrupación tuvo a sus dos cabezas en libertad fue en 2013, luego de que se registrara una fuga masiva de sus integrantes, desde la cárcel de máxima seguridad conocida como La Roca, en Guayaquil, la noche del 11 de febrero, en pleno feriado de carnaval.
Sin embargo, los jefes de la época, Jorge Luis Zambrano González, alias JL o Rasquiña, y José Adolfo Macías Villamar, Fito, no pudieron operar como hubieran esperado, porque eran considerados prófugos y su misión era esconderse. Pese a eso, pocos meses después los atraparon.
En la actualidad, el líder principal es Fito, un criminal que se convirtió en abogado (ver infografía), cuya mano derecha es Junior Alexander Roldán Paredes, alias JR. Este último recuperó la libertad el 14 de febrero de 2023, tras favorecerse de un beneficio penitenciario, pero es requerido por la justicia desde que se retiró el dispositivo que permitía vigilarlo.
Roldán Paredes es considerado un delincuente sanguinario, sobre todo porque a la hora de matar no ha medido consecuencias. Por ejemplo, en 2007 acabó a tiros con su cuñada, Diana Reyes Palma, porque no le habría querido decir dónde estaban sus hijos.
Y es a él a quien se uniría Fito si logra su libertad, algo que busca desde el 16 de marzo, cuando un juez le allanó el camino para tramitar su salida con el mismo beneficio que obtuvo JR: acumulación de penas y prelibertad.
Sin sanción legal
Es de conocimiento público que Fito y JR son los capos choneros, pero aún así no existe una normativa legal que, por el hecho de ser líderes, permita procesarlos y dejarlos en prisión. Así lo explica el fiscal especializado César Peña, quien argumenta que la única forma sería vincularlos a un expediente de delincuencia organizada. Sin embargo, aclara que si ellos ya fueron sentenciados por ese delito no pueden ser llevados a juicio nuevamente por la misma causa.
Con el funcionario coincide Kléber Carrión, oficial retirado de la Policía y exdirector del sistema penitenciario en Santo Domingo de los Tsáchilas, pero él además hace hincapié en que se debería hacer una reforma legal que evite que criminales no rehabilitados se favorezcan con reglamentos creados para personas que realmente demuestran un cambio en sus vidas.
Problemas
Al consultar acerca del peligro y la guerra que se podría desatar con Fito y JR juntos en las calles, el coordinador del Observatorio Ecuatoriano de Crimen Organizado, Renato Rivera, explica que con la salida de José Macías Villamar se evidencian al menos dos problemas.
El primero se basa en la falta de seguimiento de parte de las autoridades a este tipo de casos, lo que lleva a esquemas legales que pueden generar impunidad.
El segundo es que si Fito logra recuperar su libertad, las organizaciones rivales buscarán asesinarlo, con el objetivo de debilitar a Los Choneros. “Este escenario va a generar una nueva ola importante de violencia, especialmente en Guayas”, analiza.
Ante esto, Johanna Espín, experta en Criminología del Instituto de Altos Estudios Nacionales (IAEN) y de la Universidad de la Florida, menciona que más allá del posible incremento de violencia entre bandas criminales, lo que más le preocupa es la impunidad, como también ha señalado Rivera, y la sensación de desamparo que estos hechos generan en la sociedad.