David Rangel ha sorteado penurias para salir adelante en Ecuador luego de abandonar su natal Venezuela, hace seis años. Se esforzó para trabajar como mensajero delivery en Cayambe, al norte de Quito, y ahora, cuando todo parecía ir bien, sus sueños podrían terminar.

Él se debate entre la vida y la muerte en un hospital de Quito luego de recibir un tiro en el estómago en aquel cantón. Se enfrentó a dos delincuentes que robaron la moto y el celular a su hermano Alexander, quien contó a EXTRA lo sucedido.

“Le practicaron dos operaciones para removerle la bala y hasta ahora su situación es crítica”, relató el ñaño de David. El hecho se registró la noche del martes, luego de que Alexander, también mensajero, recibiera una llamada.

Del otro lado del teléfono una persona le pidió que le llevara dos chaulafanes al barrio La Remonta. “Cuando llegué a ese lugar, dos tipos me esperaban con armas de fuego”, dice.

La persecución

Los hombres lo golpearon, dieron un tiro al aire y huyeron en la moto de Alexander, quien se contactó de inmediato con su hermano, de 32 años.

David fue también en moto y persiguió a los ladrones, quienes llegaron hasta el barrio Álvarez y Chiriboga. Y en las calles Kennedy y San Pedro, el mensajero se enfrentó con los delincuentes.

Ellos le dispararon y se fueron. Al tiempo, los demás compañeros de los hermanos llegaron al sitio y persiguieron a los prófugos.

“Llamamos a la Policía y cuando llegaron dijeron que debían tener una orden para iniciar la persecución”, se quejó Alexander. Por eso sus panas buscaron por su cuenta a los choros, quienes se escondieron en una casa, donde lograron capturarlos y luego los entregaron a las autoridades.

Llegaron de Esmeraldas

Mientras los ladrones eran procesados, el herido fue transferido a una casa de salud capitalina, donde está con pronóstico reservado.

En Cayambe, en cambio, se hizo la audiencia de flagrancia en contra de los sospechosos Víctor Valencia y Gregory Angulo, ambos oriundos de Esmeraldas. El delito por el que los procesaron fue robo agravado y ahora están con prisión preventiva.

Según la Judicatura, ambos han sido detenidos por otros robos, pero en su natal Provincia Verde. La aprehensión más reciente de los tipos fue en enero de este año, cuando amenazaron de muerte a dos vendedoras de un local de ropa en Esmeraldas y les robaron sus celulares y 45 dólares. Sin embargo, fueron sobreseídos al poco tiempo.

“Lo único que pido es que se haga justicia. Que esto no quede impune, porque estos tipos tienen que pagar por lo que hicieron”, dijo Alexander, quien ruega a Dios que su hermano no pierda la vida.