Cinco horas antes de que fuera asesinado, Keneth Javier Ramírez Castillo había recibido una llamada telefónica que lo hizo salir de su vivienda. Al despedirse le dio un beso a su madre y le dijo que ya regresaba.

Sin embargo, el joven de 18 años no volvió con vida a casa. A las 03:00 del 4 de mayo de 2022, unos sujetos a bordo de una motocicleta le dispararon por más de cinco ocasiones. Los tiros le reventaron la cabeza.

El crimen ocurrió en la cooperativa Cristal, en el Guasmo sur del Puerto Principal. Este sector, que pertenece al distrito Sur, es la segunda jurisdicción de la Zona 8 (Guayaquil, Durán y Samborondón), después de la Nueva Prosperina, en donde se han registrado más muertes violentas. Durante el 2022 han sido asesinadas 70 personas.

El coronel José Luis Erazo, subcomandante de este distrito Sur, informó que los verdugos de Ramírez Castillo utilizaron dos tipos de armas, una de calibre 9 milímetros y otra de 7.65.

“Tenía disparos en varias partes del cuerpo. Uno de los tiros le destruyó la cabeza. Es por eso que los moradores lo cubrieron con una funda plástica para que no quede expuesta. El crimen ocurrió en el sitio donde fue hallado el cadáver y este no estaba embalado”, manifestó el jefe policial.

Según versión de los familiares, Keneth estuvo hasta las 22:00 en su domicilio y se encontraba comiendo cuando recibió una llamada a su celular.

“Lo timbraron sus supuestos amigos. El chico salió y no regresó más. A las 03:00 les avisan a los familiares que lo habían matado. Lo balearon a 200 metros de su casa. El chico tenía dos procesos”, agregó el coronel de la Policía.

Los deudos acudieron la mañana de ayer hasta el Laboratorio de Criminalística y Ciencias Forenses para iniciar los trámites y retirar el cuerpo.

El progenitor comentó que Keneth era el único hijo de su exconviviente y que desconocía las causas que provocaron su asesinato. (AEB)