En el corazón de Otita Romero ya no cabe más sufrimiento ni dolor. En un mismo evento delictivo le arrebataron a seis de sus familiares, tres de los cuales llevaban su misma sangre: su hija, una hermana y un sobrino. Los otros tres eran los cónyuges de sus parientes.

La matanza a seis integrantes de una misma familia ocurrió a las 22:00 del domingo 9 de octubre en el recinto Las Leonas, en la vía que conecta a Buena Fe con Payo, en Yaguachi. Los asesinos se movilizaban en un carro y cuatro motocicletas.

Las víctimas mortales son Mariana de Jesús Romero Pazmiño (de 55 años), Carlos Enrique Vargas Romero (32), Melany Dayanna Vargas Romero (23), Mario Jair Morales Salvatierra (28), Magali Alexandra Ruiz Sarco (37) y Asdrúbal Geovanny Castillo González (31).

Llorando, la señora de 61 años recordó cómo se suscitó la masacre que acabó con sus seres queridos y qué hizo para salvar su vida, la de su esposo y la de dos nietos, quienes compartían su habitación cuando llegaron los criminales.

“Todo ocurrió en cuestión de minutos. De un momento a otro escuchamos el ruido de las motos y el carro. Enseguida comenzaron a disparar, era un tiro tras otro, una ráfaga. Primero se metieron a las viviendas de mi hermana (Mariana). La mataron a ella y a su yerno (Asdrúbal). Mi sobrina y sus niños se escondieron debajo de la cana. Luego fueron a casa de mi otro sobrino (Carlos). Lo mataron a él y a su esposa (Magali) e hirieron a uno de sus hijos. Luego vinieron a mi casa. Nos gritaban que abramos. Aquí asesinaron a mi hija (Melany) y a mi yerno (Mario)”, narró la sexagenaria.

Sostuvo que los delincuentes no pudieron abrir la puerta principal, por lo que avanzaron hasta el patio y a balazos y empujones lograron derribar la entrada posterior, lo que les permitió ingresar a cada una de las habitaciones.

“Se metieron al cuarto de mi hija y de mi yerno. A ambos los apuntaron y los sacaron hasta la sala, los hicieron arrodillar y les dispararon. Sus cuerpos quedaron recostados junto al mueble. Su hijita de tres años vio todo lo que les hacían a sus padres. Mi nieta está aterrada. Uno de los asesinos repetía: ‘Mátala, mátala’. Otro se apiadó de la criatura y le dijo: ‘Déjala, que es una niña’. Esto parece una pesadilla”, describió la señora.

Pero los delincuentes no se conformaron con matar a la pareja, también ingresaron a la habitación donde hasta minutos antes descansaban Otita y su esposo Luis Antonio Vargas, de 70 años. A ellos también los apuntaron con un arma.

“Nos apuntaron, me iban a disparar y comencé a suplicarles, a pedirles que no me mataran, mientras con mi cuerpo protegía a mi otro nieto. Luego fueron a la casa de otro familiar. Un tipo decía: ‘Mátalos a todos’, pero uno de los delincuentes le respondió: ‘Ya los maté, ya vámonos’. Querían exterminarnos a todos. Esta gente desalmada me mató a mi princesa. No sé por qué se ensañaron con mi familia y nos hicieron esta barbaridad sin importarles que había niños”, manifestó la mujer.

Cinco viviendas conforman este caserío, donde desde hace más de 50 años habita la familia Romero, oriunda de Yaguachi. En cada una de las casas vivían cinco personas, entre niños y adultos. Producto de la masacre, seis menores de edad han quedado huérfanos, entre ellos una bebita de seis meses.

Buscaban a un pariente

La teniente María José Salazar, jefa de la Dirección Nacional de Delitos Contra la Vida (Dinased) del cantón Yaguachi, reveló que la matanza se habría tratado de una retaliación por una tentativa de asesinato ocurrida dos horas antes, en la parroquia Virgen de Fátima, en donde tres personas resultaron heridas de bala. Uno tiene antecedentes penales.

“Al parecer buscaban a un tal Michael, quien es familiar de las personas asesinadas. Este hombre habría participado en la tentativa de asesinato, ocurrida en el kilómetro 26. Al ver que no lo encontraron, disparan a sus familiares. Llegaron como 12 personas en motos y en un carro”, detalló la oficial de Policía.

En el cantón Yaguachi en lo que va de 2022 se han registrado 32 muertes violentas. (AEB)