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Judicial
¡A los sicarios no les importa disparar a mujeres!
En el sur de Guayaquil, dos trabajadoras de la salud fueron baleadas. Una de ellas murió y la otra resultó herida.
Dos mujeres se convirtieron en las nuevas víctimas de la malicia a mano armada en Guayaquil. Ambas laboraban en el área de salud y fueron baleadas en el sur de la urbe, sin que el ‘choreo’ haya sido la causa.
El primer caso ocurrió ayer, aproximadamente a las 06:30, en la cooperativa Santiaguito de Roldós. Karina Bravo Espinoza, funcionaria del Ministerio de Salud, que a esa hora esperaba un bus para ir hacia su trabajo, fue interceptada por uno de los dos ocupantes de una motocicleta.
El sujeto se bajó del vehículo, se le acercó inesperadamente y le propinó varios tiros. Después huyó de la zona con su compinche, mientras la víctima quedó tendida en la vereda, junto a un pequeño altar religioso.
No pasó mucho tiempo y la señora, de unos 50 años, murió, ante la conmoción de quienes a esa hora estaban por el lugar.
“La impactaron más de tres balas. Se está viendo los videos de las cámaras cercanas para ver si se reconoce a las personas que lo hicieron. La mujer no tiene antecedentes penales”, informó el fiscal Stalin Coca, quien acudió al sitio junto con varios agentes.
Al sector llegaron algunos familiares, tras conocer la horrenda noticia. Se ubicaron a unos metros del cadáver. Uno de ellos, visiblemente consternado, pudo ver por unos segundos el rostro de la víctima antes de ser alejado por los uniformados presentes.
El fiscal indicó que, entre los allegados, estaba el hijo de Bravo, a quien se le realizará una entrevista para que pueda proporcionar algún dato que aporte con las investigaciones.
En tanto, el coronel Fausto Miño Valencia, jefe policial del distrito Esteros, mencionó que la baleada era del área de malaria de la institución pública. Además, comentó que el criminal fue directamente a disparar contra la señora, confirmando que, preliminarmente, el violento hecho no tendría relación con un robo.
BALEADA FUERA DE HOSPITAL
Aproximadamente una hora después del primer hecho sangriento, otra mujer fue atacada a tiros, aunque no falleció.
El acontecimiento se produjo fuera del hospital Teodoro Maldonado Carbo, del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social, ubicado en la avenida 25 de Julio. La afectada se encontraba en un callejón que está al lado de un parqueadero al pie de esa avenida.
El coronel Miño, quien también está a cargo de esa zona, explicó que la víctima trabaja en esa casa de salud, en el área de farmacia, y que, por la cercanía con el sanatorio, pudo ser trasladada rápidamente hacia el interior para que reciba atención. “Se encuentra estable”, indicó.
Sobre cómo se suscitó la agresión explicó que fue sorprendida por un individuo, el cual se le acercó mientras ella se bajaba de un vehículo.
“Se divisan seis indicios balísticos, de los cuales se va a proceder a hacer el levantamiento respectivo para seguir con la investigación”, dijo.
Agregó que luego de los disparos y la huida del sicario, un guardia de seguridad recogió los objetos personales de la baleada, razón por la cual no se presume que este hecho estaría relacionado con un asalto.
“Era una persona en moto. Después de realizar los disparos subió al pequeño vehículo y una persona le estaba deteniendo, pero por la facilidad de tránsito de la moto se escapó luego al sur”, detalló.
Con ese dato, unidades policiales se desplazaron hacia esa dirección para intentar localizar al motorizado. Sin embargo, no pudo ser ubicado.
“No podría relacionar este caso con la muerte violenta en la Santiaguito de Roldós. Son lugares distintos, ambientes distintos. Eso ya las investigaciones establecerán posteriormente”, recalcó Miño.