“Cada día es motivo para sonreír, no son muertos los que en dulce calma la paz disfrutan de la tumba fría, muertos son los que llevan muerta el alma y aún viven todavía. Por eso en la vida hay muertos que viven y algunos vivos que andan muertos”, publicó tres días antes de su asesinato en su cuenta de Facebook el abogado Walter César Vallejo Pino.

Esta poesía, cuyo autor es el poeta mexicano Antonio Muñoz, pudo haber sido preludio de la tragedia que acabaría con la vida del abogado guayaquileño, de 49 años, asesinado la mañana de ayer en la puerta de ingreso de un hotel ubicado en las calles José Joaquín Orrantia, entre las avenidas Juan Tanca Marengo y de Las Américas, en el norte de Guayaquil.

Vallejo fue atacado a tiros por un individuo, quien junto con su compinche lo ‘cazaban’ afuera del hotel, donde se reunió con dos colegas para tomarse un café.

Testigos indicaron a este Diario que los asesinos se movilizaban en una motocicleta, la cual estaba parqueada a pocos metros del sitio de hospedaje. “Eran dos hombres, uno se bajó y cuando vio salir al abogado le disparó. Al parecer, lo tenían chequeado, porque desde afuera se veía donde estaba sentado”, afirmó una joven que labora en un local cercano al sitio del suceso.

Tras las pericias realizadas por la Policía de Criminalística y de la Dirección Nacional de Delitos Contra la Vida y Muertes Violentas (Dinased), el fiscal Manuel Alvear confirmó que la víctima era el abogado Vallejo y que en el lugar se encontraron 9 indicios balísticos.

“Estamos investigando las circunstancias. Hemos revisado las cámaras de seguridad. El hombre estuvo desayunado”, afirmó el funcionario.

Vallejo Pino fue abogado del narcotraficante ecuatoriano Édison Washington Prado Álava, alias Gerald, sentenciado en Estados Unidos. También se lo vinculó con la familia Bucaram en el caso del israelí Shy Dahan, asesinado en la Penitenciaría del Litoral.

En el 2019 Vallejo fue candidato a alcalde del cantón Balzar. (AEB)