Frixon Antonio Sierra, de 33 años de edad, fue asesinado la mañana de este martes 15 de noviembre con varios disparos en la cabeza. El hecho ocurrió aproximadamente a las 10:30 en el conflictivo barrio Santa Martha, ubicado en las riberas del río Esmeraldas, muy cerca del colegio Roberto Luis Cervantes y frente al UPC de la zona que no está en funcionamiento.

Según testigos, sujetos a bordo de una motocicleta lo iban siguiendo y alcanzaron a impactarlo cuando intentaba esconderse en el barrio Santa Martha. A la víctima le decían "amarillo" de sobrenombre, según indicaron quienes lo conocían.

Familiares y vecinos del sector trataron de impedir el trabajo de los agentes de criminalística y trataron de llevarse el cuerpo sin que se realice el levantamiento que estipula la ley. Pero pronto la policía tomó el control de la situación y acordonó el sitio.

En vista del ambiente hostil que había en el sitio, la policía decidió intervenir la zona y realizar varios operativos y allanamientos.

En este procedimiento se detuvo a dos personas de sexo masculino que se encontraban en una casa que estaba abandonada. Además, se incautaron tres armas, dos revólveres y una recortada. También se encontró una moto robada.

"La fuerza del Estado se ha hecho sentir está mañana. El barrio Santa Martha y toda las riberas del río Esmeraldas son puntos rojos, de alta peligrosidad que sirve de guarida de los delincuentes que comenten sus ilicitos en el centro de la ciudad ", declaró Ael mayor Jaime Viteri, jefe del Distrito de Policía de Esmeraldas.

INTERVENCIÓN POLICIAL BARRIO SANTA MARTHA ESMERALDAS:

- 4 armas de fuego

-2 cargadores de.radio trasmisión

-1 motocicleta reportada cómo robada

-12 cartuchos sin percutir

Según el mayor Viteri, al momento del crimen los uniformados estaban desplegados en la zona, por lo que hubo una persecución, pero debido al pesado tráfico que había en el centro a esa hora de la mañana los gatilleros lograron escapar.

Uno de los dos sicarios, según información que recabó la policía en el sitio, vestía un uniforme similar a los que visten quienes trabajan en Petrocomercial, para despistar a los agentes. "Nuestra policías comunitarios pensaban que era una persona que se dirigía a su trabajo", explicó Viteri.