La capital empieza a sufrir los estragos de la violencia criminal con mayor frecuencia. En un lapso de cuatro horas, dos ataques armados causaron zozobra en dos puntos del norte de Quito.

El primero de ellos se registró a las 20:30 del 10 de enero, en la avenida De la Prensa, al interior de un asadero de pollos. Un hombre, de 46 años, estaba comiendo cuando se dio cuenta de la actitud sospechosa de cuatro sujetos que llegaron en motos a la entrada del local.

Dos de ellos ingresaron y amedrentaron a la clientela con armas de fuego. Y uno se dirigió hasta el comensal, que no se dejó robar sus pertenencias.

En el forcejeo, uno de los ladrones le disparó en el brazo izquierdo y, tras el ataque, huyó del lugar junto con los demás delincuentes. El herido empezó a desangrarse dentro del local y los testigos se contactaron con las unidades de emergencia.

“Por fortuna, la víctima no tuvo heridas de consideración”, detalló Luis Calupiña, jefe de Policía del circuito Aeropuerto, que tomó procedimiento. Se presume que los choros forman parte de una banda que mantiene con miedo a los vecinos de la zona.

‘Pepo’ en el pecho

Luego de cinco horas de este hecho violento, durante la madrugada de este 11 de enero, en el hospital de Calderón, norte de la urbe, era ingresado un sujeto con una herida de bala en el pecho. Fue llevado en un taxi hasta la casa de salud tras ser agredido con pistolas en las calles Carlos Mantilla y Oleas, cerca de San José de Morán, más al norte de Carapungo.

Los amigos que lo llevaron solamente dijeron que unos tipos los habían atacado, sin especificar la circunstancia. De inmediato fue ingresado al área de Cuidados Intensivos porque su situación era compleja.

La Policía indaga si esto se trató de algún ajuste de cuentas, ya que el herido, identificado como Giuseppe Godoy, de 26 años, tiene antecedentes penales por robo en Ambato y en Esmeraldas.

Los ataques armados en una semana

Este medio ha accedido a información de los ataques perpetrados en la capital y que en su mayoría fueron causados con armas de fuego desde el 4 hasta el 11 de enero.

Solo en ese lapso se registraron nueve sucesos a plomo, uno por día. De esa cifra, cuatro víctimas perdieron la vida y las otras cinco sobrevivieron.

Los mismos registran que de este total, siete de los hechos se dieron por posibles ajustes de cuentas.