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Este auto fue llevado hasta la gasolinera de la empresa Unitaxis, ubicada en la avenida Cooperativismo.Cortesía

Santo Domingo de los Tsáchilas: Sin rastro de los bombarderos

Los tres vehículos incinerados en Santo Domingo tenían placa de Pichincha e Imbabura. Las autoridades no han revelado qué banda se atribuyó los ataques.

“Estaba esperando a mis compañeros y en ese momento dejaron un coche bomba. La situación del país está complicada”, relató un camionero que se salvó de morir en el primer atentado de los tres que se registraron en Santo Domingo de los Tsáchilas.

El hombre grabó con su celular al vehículo quemándose en la avenida Cooperativismo, donde está la gasolinera de la empresa Unitaxis. Sucedió a las 18:00 del martes 1 de noviembre, cuando una cámara captó a los criminales bajándose del carro y a los pocos segundos este se incendió. Incluso uno de ellos estuvo a punto de quemarse.

Cuando la policía llegó, verificó que se trataba de un carro marca Kia que había sido robado el 18 de octubre de este año y tenía placa de Pichincha.

Carro nuevito

Pese a los incendios, en las estaciones de servicio no hubo explosiones de gran magnitud.Cortesía

Para el segundo ataque, ocurrido a las 21:15, asimismo se usó un vehículo con placa pichinchana. Pero esta vez se lo llevó hasta la gasolinera de la cooperativa TransEsmeraldas, ubicada en la vía a Quinindé. Se trataba de un carro marca Jetur que, al parecer, fue robado hace poco, ya que era modelo 2023.

Los criminales lo ubicaron cerca de los tanques de reserva de combustible, lo que pudo causar una desgracia mayor. Por fortuna, el siniestro fue controlado a tiempo.

Pero a eso de las 22:00, el tercer carro bomba fue llevado hasta la gasolinera Primax que está en la avenida Cooperativismo, donde se produjo el primer ataque. En ese sitio se usó un auto con placa de Imbabura de marca Great Wall que, como en los otros casos, se consumió por completo.

No se sabe quién fue

En la Unidad Judicial de Santo Domingo dejaron un taco de dinamita y unos panfletos.

Las autoridades políticas y de la fuerza pública de inmediato activaron el Puesto de Mando Unificado (PMU) en el centro del ECU-911 y analizaron la situación. Una de las primeras medidas que tomaron fue suspender las actividades más grandes que estaban previstas por la celebración de los 15 años de la provincialización tsáchila.

Además, se reforzarían los controles y operativos durante el feriado para evitar casos similares. Sin embargo, la ola de ataques no ha sido atribuida a una banda criminal en particular, porque todavía siguen las investigaciones.

Por ahora, el lema en el que se amparan las autoridades es: “No nos van a derrotar”. Actualmente no se han registrado detenciones para esclarecer los hechos, que posiblemente se dieron por los traslados que se hicieron desde la Penitenciaría del Litoral, en Guayaquil.