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En un video se registró el momento en el que los delincuentes rompen la puerta.Cortesía

Same | Asalto en Casa Blanca: ¡Las vacaciones de terror!

Las víctimas de un asalto en Casa Blanca, Same, contaron los momentos de pánico que vivieron cuando hombres armados ingresaron a 6 departamentos. El temor no los deja ni dormir.

A Paula (nombre protegido) aún le aterra dormir. Cada vez que cierra los ojos se recuerda sobre el piso: temblando, asustada... mientras un arma le apunta a la cabeza.

No se trata de una pesadilla. Es una de las secuelas que le dejó el atraco del que fue víctima, el martes pasado, en un conjunto habitacional de Casa Blanca, en Same, Esmeraldas. Una de las zonas más exclusivas del lugar.

Ella no fue la única. Otras seis familias fueron atacadas esa noche por una decena de bandidos que, trepando por el área llena de vegetación, invadieron el sitio y saquearon a los visitantes que descansaban.

Tres días antes, Paula salió de Quito para disfrutar de una semana de descanso. “Sabíamos que en otros sectores de Atacames está peligroso, pero en Casa Blanca se suponía que todo era más seguro”, relata.

Unas horas antes del atraco, Paula había regresado de la playa y la familia estaba lista para cenar, cuando tres hombres irrumpieron en el inmueble. “Nos pidieron que nos botemos al piso y nos quitaron los celulares. Cuando vi que se acercaron a mi hija me quise levantar para protegerla, pero uno de los tipos me pateó”, recuerda.

Quedó sin aliento, sin poder moverse, pero vigilante a que los ladrones no le tocaran ni 'un pelo' a su pequeña.

Mientras ella se recuperaba de la golpiza, los delincuentes recorrían la casa tomando todo aquello que podían. “Se llevaron ropa, zapatos, maletas, unos adornos, creo que hasta la sanduchera”, dice.

Desde ese día, la mujer no puede conciliar el sueño. Se estremece al recordar los gritos de los suyos, pero también los de sus vecinos.

Miedo por todas partes

Karla también fue víctima de los choros esa noche. Viajó a Same con su hija, una amiga y el hijo de ella. Vio al muchacho esconderse detrás de un sillón cuando dos hombres entraron a la fuerza. Se llevaron jugos, un litro de helado y hasta la ropa sucia, contó la mujer en su cuenta de Twitter.

Lamenta que la Policía llegara 20 minutos más tarde de lo sucedido. Al parecer, atendían otro caso, a unos metros de distancia. “No hubo detenidos”, insiste.

René Obando, residente de una casa en la misma zona, vio huir a los delincuentes por una quebrada cercana. “Eran demasiados como para meterse o hacer algo”, explica.

Esa mañana, en la playa, se topó con algunas personas que iban acompañadas por “guardaespaldas”. Le llamó la atención. “Pensé que eran famosos o políticos. Luego me dijeron que con tanto robo hay personas que contratan guardias para que los cuiden mientras vacacionan”, describe.

El coronel Pablo Ramos, comandante de la Zona 1, explica que está en curso una investigación sobre el hecho y se trabaja a la par con la Fiscalía de Atacames.

Adicionalmente, en esa zona se ha reforzado la seguridad. “Estamos controlando el espacio público y previniendo el delito... Es una tierra tranquila y garantizamos la seguridad ciudadana”.