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Judicial
Los Ríos: Lo asaltaron y dejaron sin vida
Trabajadores que iban a la Capital fueron sorprendidos en una carretera riosense
Unos veinte minutos tardó Luis Bueno Yagual en regresar con ayuda, al sitio donde quedó herido su primo José Cristóbal Yagual Luna, de 44 años. Al llegar su pariente ya había muerto.
Mientras esperaba en la morgue de Babahoyo, Los Ríos, para que se le haga el examen legal, el hombre detalló que junto a su pariente y otro compañero viajaban en un vehículo desde Guayaquil a Quito para realizar el mantenimiento a unas calderas industriales, pero en el trayecto fueron asaltados.
Alrededor de las 02:00 de este jueves 8 de septiembre de 2022, por el tramo San Juan-Puebloviejo- Ventanas, Los Ríos, según manifestó, fueron interceptados por dos camionetas, una color blanco y otra gris.
“Iba conduciendo y unas ocho personas se bajaron para amedrentarnos. A mí y a José nos embarcaron en la camioneta blanca. A mi otro compañero se lo llevaron en el carro que andábamos y nos despojaron de todo”, relató el sobreviviente.
Al parecer, para los pillos no fueron suficientes los tres celulares y cerca de 200 dólares que les quitaron, también buscaban obtener las claves de las tarjetas y el acceso a la banca móvil. Por ello maniataron con cinta de embalaje a los tres hombres y los dejaron a un costado de la vía Puebloviejo-Ventanas, custodiados por uno de ellos, mientras los otros iban a un cajero.
El primo acotó que José empezó a moverse porque le picaban las hormigas y estaba intentando liberarse de las ataduras, pero “el delincuente le dio un cachazo en la cabeza y como no se tranquilizaba le disparó en el pecho”.
El sujeto salió corriendo y José, aún con vida, le pidió a Luis que busque ayuda. Cuando el pariente regresó con la policía fue tarde.
Pedían ‘billete’ para devolver el carro
También informaron a la policía que los sujetos se llevaron el vehículo en el que andaban las víctimas y este jueves llamaron a los familiares del fallecido solicitando dinero para devolverlo.
El difunto tenía más de una década laborando para una empresa dedicada al mantenimiento de las calderas industriales.
La víctima, padre de tres hijos, era de Guayaquil y sus restos iban a ser trasladados hasta el Batallón del Suburbio en la urbe porteña, para su velatorio