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En Quito: A Galán lo asesinaron con un 'matachanchos'
Una mujer estaría implicada en la muerte del vecino, de 47 años. Huyó del lugar. Según los habitantes, es peligrosa y temen represalias.
Galán quedó tieso sobre una vereda de las calles Pedro Calixto y Chile, en el centro de Quito. Ayer, por la mañana, la policía cubrió su cadáver con un plástico negro hasta que la ambulancia de Medicina Legal se lo llevara a la morgue.
Detrás de la cinta amarilla, una veintena de personas miraba la escena. Las unidades especiales de la Policía recogían los indicios para esclarecer el hecho. Según los residentes del barrio La Tola, la mayoría conocía a Galán. Vivía en la calle Ríos, a un par de cuadras del lugar en el que sucedió su crimen.
Minutos antes de la tragedia, el hombre, de 47 años, conversaba con una mujer. De repente, empezó una pelea. “Ella sacó un cuchillo grande. Un matachanchos. Le trató de clavar dos veces. A la tercera, le encajó en el corazón”, contó Ángel, un vecino que prefiere mantenerse en reserva. Luego, la sospechosa se ‘peló’.
El vecino teme que existan represalias. La colombiana, implicada en el asesinato de Galán, es peligrosa, coinciden los residentes del lugar. La llaman Chimuela y hace unos meses empezó a deambular por las calles del sector. Pedro le ofreció posada en su casa. La extranjera le pagó el favor con cinco puñaladas. “Se enojó porque no la dejé tomar y casi me mata. Me dio pena, pero la eché”, narró.
Muchos le tienen miedo. Aun así, una mujer se atrevió a dar detalles sobre el paradero de Chimuela después de la fuga. El sector del Itchimbía, a dos kilómetros del punto del asesinato, fue el sitio al que se movilizaron los uniformados. Hasta el cierre de esta edición, aún no la localizaban.
Pedro, residente de La Tola
Mientras tanto, los allegados de Galán arrojaban teorías de por qué la colombiana habría acabado con la vida de su pariente. “Lo tenía amenazado”, concluyó una joven que a pocos pasos del cadáver se limpiaba las lágrimas con la manga del saco.