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El perjudicado es el propietario de una reconocida empresa de construcción.Pixabay

Quito: Amenazas de terror a un empresario constructor

“PAZ EN TU TUMBA", es el mensaje que le dejaron al perjudicado. Expertos opinan que la acción es una copia de actos narcocriminales.

El terror de las amenazas con tinte narcocriminal llegó a la capital del Ecuador, específicamente a las oficinas de una empresa constructora en el sector La Pradera, del norte de Quito. Las intimidaciones fueron dirigidas al propietario de este lugar, según han revelado fuentes policiales.

El encargo fue un ramo de flores y una caja con algunos objetos para generar terror (ver infografía), como proyectiles y una carta con la frase: “PAZ EN TU TUMBA”. Esta no sería la primera ‘advertencia’ que recibe el hombre de negocios, pero no se han precisado más detalles que permitan conocer el origen.

A simple vista, se han tomado referencias de grupos de narcotraficantes colombianos y mexicanos, pero esto no necesariamente significa que detrás de todo haya una banda dedicada al tráfico de drogas, explica el fundador de la Unidad Antiextorsión y Secuestro (Unase), el oficial retirado Kléber Carrión.

“No lo veo como una narcoamenaza. Esto es un modelo copiado (...). Esto aparenta delincuencia organizada pura, pero hasta eso hay que analizar, porque la delincuencia común también conoce de estos patrones, porque han sido socializados a través de medios de comunicación y redes sociales. Lo pueden ver y copiar”, sostiene.

Carrión señala que de parte de la víctima, es necesario que se “rompa el miedo”, para que colabore dando información a los investigadores y se planteen estrategias a su favor. “Las estrategias en sí es mejor mantenerlas en reserva, para no alertar a los delincuentes y no dejar sin herramientas de protección a la Policía y al afectado”.

"Hay que investigar los antecedentes del caso y el entorno de la persona que está siendo afectada, para trazar las hipótesis”.Kléber Carrión, oficial retirado.

Nueva modalidad

Nelson Yépez, asesor en temas de seguridad, estima que esta situación presentada en la capital sería una nueva modalidad y él apuntaría “más bien a una extorsión”. También sostiene que no se debe descartar que los delincuentes intenten cometer un secuestro.

El especialista reitera que existen grupos criminales que únicamente se dedican a “la extorsión, porque buscan dinero de forma fácil y comprometerse menos”. Sin embargo, aclara que en este tipo de delitos hay por lo general un factor común: “un familiar, un amigo o alguien cercano que facilita la información para que esta gente actúe”.

"Mucha gente que no tiene nada que ver con grupos delictivos dedicados al narcotráfico, se toman sus nombres para amedrentar”.Nelson Yépez, experto.

‘Cajero automático’

¿Qué tiene que hacer una víctima en estos casos? Yépez hace hincapié en que es necesario denunciar, sin dejar de lado la otra opción, que es pagar las exigencias de los delincuentes.

De ser este el caso, se corre un mayor riesgo: “que la víctima se convierta en un ‘cajero automático’, porque le van a sacar dinero cada cierto tiempo: primero cada dos meses, luego al mes, después semanalmente y así... Convierten al perjudicado en una caja chica. Lo adecuado es llamar a la policía”, recalca.

"A veces hasta cabezas de gallina o plumas con sangre han enviado para amedrentar y originar temor en la ciudadanía”.César Peña, fiscal.

Quieren generar miedo

César Peña, fiscal especializado del Ministerio Público, explica que en otras localidades del país se han vuelto comunes las amenazas de este tipo y que en la capital tendrían el mismo objetivo: generar miedo a un ciudadano o a la colectividad.

Él también cree, con base en su experiencia, que este caso podría tratarse de una extorsión, que es algo que “se ha expandido por todo el país”, sobre todo bajo la modalidad de ‘vacunas’, en las que se exigen cuotas. No obstante, aclara que antes es necesario investigar y tomar las versiones que sean necesarias.

Añade que en este tipo de sucesos es necesario tener a buen recaudo a la víctima, porque no se puede descartar un atentado contra su vida, como ya ha sucedido en Guayaquil. (SCM)