Los comerciantes que rodean el parque central de Pifo, una parroquia del nororiente de Quito, se ponen nerviosos ante una sencilla pregunta: “¿Supo usted de la balacera que ocurrió en esta zona?”. Por temor o porque verdaderamente no saben del hecho, la respuesta que dan es “no”, que ni siquiera habrían escuchado tiros.

Lo que sí es confirmado es que existe una adolescente, de 14 años, que sufrió una herida de bala en la nariz, al atardecer del jueves 23 de marzo de 2023.

El ataque presuntamente no era dirigido para ella, pero tampoco se ha determinado quién disparó o si hubo un enfrentamiento entre agrupaciones delictivas. De las investigaciones se encargan agentes de la Policía Judicial y de Delitos Contra la Vida (Dinased).

La menor de edad sobrevivió, pero el proyectil quedó alojado en su rostro. Por ese motivo, permanecía asilada en una casa de salud.

En un informe preliminar de las pesquisas, al que Diario EXTRA tuvo acceso, se detalla que un familiar de la afectada, de origen colombiano, contó que ella -aproximadamente a las 18:00 de aquel día- había salido de casa porque iría a reparar un teléfono celular.

Sin embargo, al notar que tardaba, el allegado habría salido a buscarla y fue cuanto vio que abordaba un taxi en compañía de un amigo, porque irían de urgencia a un hospital. En consecuencia, el pariente también se embarcó y la acompañó.

La adolescente habría relatado que escuchó disparos, pero que no se percató de dónde provenían. Cuando arribaron a un hospital, alertaron a la Policía.

De acuerdo a la información obtenida por los investigadores, la familia no tendría enemigos.

Indagación

El caso se mantiene en fase de investigación previa, porque aún se deben tomar versiones que permitan esclarecer qué ocurrió. En el informe del caso no se dan detalles de los padres de la víctima. (MAG)