En el área de emergencia del hospital Sagrado Corazón de Jesús en Quevedo se encuentra este 26 de mayo Luis Enrique Guerra, quien el día anterior escapó de la muerte. Pero su 'pana' Wilson Martin Medina Vargas, de 37 años, no corrió la misma suerte: murió al llegar al hospital.

Ambos amigos fueron baleados el día anterior en la parroquia San Camilo, a la altura del sector Los Chapulos, cuando salían de una cancha de indorfútbol.

El jefe de la Policía en Quevedo, Pablo Velásquez, refirió que alrededor de las 18:30 del miércoles 25 de mayo, cuatro sujetos habrían llegado hasta el lugar en una camioneta y de inmediato abrieron fuego para asesinar a Medina Vargas.

Explicó que el caso se encuentra en investigaciones. Entre las acciones se está verificando los indicios balísticos y otras pistas.

Fuentes policiales revelaron que las motivaciones de esta muerte serían la venganza, ya que el ahora occiso habría estado relacionado con la reciente muerte de otra persona en esa localidad.

EL ATAQUE

Testigos del tiroteo mencionaron que Medina Vargas y su amigo salieron corriendo al ser interceptados por sus verdugos. Sin embargo estos alcanzaron y balearon a Medina, quien se desplomó cerca de una vereda. Una de las balas alcanzó a Guerra.

Los matones huyeron y la gente, al ver que Medina respiraba y se movía aún, la embarcaron en un vehículo hacia el hospital,  lugar donde se comprobó su deceso.

La hoy viuda, Vanesa Carriel, informó a la Policía que su esposo estaba siendo objeto de amenazas por parte de un sujeto de la zona al que conocen con el apodo de Bototiado.

En la morgue de Quevedo, los familiares mencionaron que Medina no andaba en malos pasos y creen que los pistoleros lo confundieron con otra persona.