Katty Llerena y su hijo Estiven descansan juntos en el Cementerio General de Puyo, en Pastaza, luego de su brutal asesinato. Este domingo 5 de febrero se cumple el cuarto día después de este atroz hecho, que aún mantiene en vilo a los parientes de ambos asesinados y a los habitantes de El Pindo Alto, donde ocurrió el doble crimen.

Ayer Julio César Navarro, comandante de Policía subrogante de Pastaza, contó que tres personas están implicadas en el suceso. Y aunque todavía no hay detenidos, el oficial detalló que tienen identificado a uno de los autores.

“No podemos decir cuál fue la motivación de este caso, pero hay que tomar en cuenta que en el sector donde se dio el asesinato hay problemas por el expendio de drogas”, precisó Navarro a EXTRA.

El caso

El comandante de Pastaza indicó que el doble asesinato se registró durante la madrugada del 2 de febrero, en los inmuebles de las víctimas.

Navarro indicó que, según testigos, al sitio llegaron los tres sujetos a bordo de un taxi y también en una moto. Dos de ellos fueron al domicilio de la mujer y empezaron a discutir violentamente. De un momento a otro, se oyeron disparos. Al percatarse de lo que pasaba, el chico sacó su cabeza por una ventana y fue tiroteado.

La llamada de alerta la recibió la policía, que envió a un contingente para indagar. Según Navarro, los agentes arribaron al lugar e ingresaron a uno de los inmuebles.

Allí se encontraba Estiven, de 17 años, quien tenía un disparo en su cabeza. Uno de los uniformados avanzó por un corredor e ingresó a otra vivienda, donde se percató de que estaba Katty, de 32, con varios tiros, también en el cráneo.

Por la forma en que ocurrió el crimen, el comandante policial dijo que el objetivo de los asesinos sería la mujer y que su hijo fue una víctima colateral.

“La señora no tenía antecedentes delictivos. Se conoció que el muchacho pertenecía a la selección de judo de Pastaza”, finalizó el oficial.