Los familiares de Wilmer Macías reconocieron parte de su cadáver por unos lunares que tenía en la pierna izquierda, por los dedos de los pies y otras marcas corporales.

Sin embargo, todavía no aparece el tórax, sus brazos ni la cabeza y están desesperados.

Parientes y amigos de la víctima estuvieron la mañana del 2 de febrero en la morgue para retirar los restos, pero les dijeron que debían esperar la prueba genética para determinar si dichas partes humanas pertenecen al joven de 20 años.

El cadáver ‘a medias’ fue hallado por un morador que caminaba por los alrededores del Parque Metropolitano del Sur, la mañana del 1 de febrero. El ciudadano intentó ingresar al espacio por un camino de tercer orden y unos perros casi lo atacan. Estaban custodiando algo.

El vecino caminó unos 100 metros y se encontró con la parte del cuerpo en estado de descomposición, por lo que llamó al ECU-911 para alertar del hecho.

El teniente coronel Marco Argüello, subcomandante del Distrito Quitumbe, dijo que los agentes que fueron al sitio confirmaron que se trataba de un cadáver descuartizado en su parte superior “causado probablemente con una herramienta industrial”.

Dolor y miedo

Francis, tía de la víctima, comentó que solo quieren encontrar el resto del cuerpo de Wilmer para enterrarlo y “hacerle una ‘misita’”. Aseguró que el joven era tranquilo y todavía estudiaba en el colegio.

La última vez que supieron de él fue cuando supuestamente lo secuestraron, el pasado 20 de enero, en el sector de la Ciudadela Ibarra, sur de Quito.

Wilmer estaba en un restaurante cuando dos sujetos en motocicleta lo sometieron con armas de fuego y se lo llevaron. Francis dijo que lo confundieron con otra persona. “Los tipos le dijeron a mi sobrino que era un cobrador, pero él no estaba metido en nada”.

Al día siguiente les enviaron una foto del joven con vida dentro de un vehículo y dos horas más tarde les mandaron una fotografía de su cabeza ensangrentada. Francis indicó que era su sobrino por un arete que tenía en una oreja.

Luego de eso, la mujer acudió a la Policía y a la Fiscalía para que les ayudaran investigando el caso y dar con los responsables, pero según ella no hicieron nada. “Nos empezaron a investigar a nosotros”.

Ella afirma que en el lugar donde secuestraron a Wilmer hay varias cámaras que pueden dar información de los asesinos. “Mientras nos dan los resultados de las pruebas, los responsables pueden huir”.

Señal macabra

Extraoficialmente se supo que el hecho estaría relacionado con una disputa entre bandas narcodelictivas.

Ante esto, Ana Minga, perfiladora criminal, explicó que estos asesinatos en el país se están realizando contra personas que forman parte de círculos delictivos que están relacionados con la droga.

Al ver la imagen y la escena del hallazgo, la experta deduce que podría tratarse de un crimen por venganza. “El mensaje que dan las bandas con los desmembramientos es impactar en el círculo cercano de la persona y en la sociedad. Quieren imponer miedo”.

Minga indicó que se debe esperar la autopsia para conocer el tipo de cortes que tuvo en el cuerpo “para determinar qué grado de experiencia tienen los atacantes”.

Según la experta, hay miembros de bandas pequeñas que buscan poder y ‘codearse’ con las estructuras narcodelictivas más grandes. Se los conoce como imitadores. La policía intenta determinar si a Wilmer lo asesinaron y desmembraron en el parque, o solo lo arrojaron allí.