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Los 'perfiladores' del delito
La Policía Judicial de Quito desarticuló un grupo delictivo al que le seguía la pista desde el año pasado, por robos a locales comerciales en el norte de la ciudad
Son ‘pelados’, pero con harta experiencia en el delito. Sus raíces están en la milicia creada por el expresidente venezolano Hugo Chávez (fallecido en 2013) y hoy ya tienen su tronco también en Ecuador.
La modalidad que una banda juvenil empleaba para cometer sus fechorías era su sello distintivo, pero también el rastro que dejaba y la vinculaba a cada robo cometido en diferentes locales comerciales del norte de Quito. ¿Cuántos? No fue precisado por los investigadores de la Policía Judicial (PJ), quienes le seguían la pista desde hace aproximadamente tres meses.
La característica de esta agrupación conformada por ciudadanos venezolanos era que, antes de ejecutar un asalto, hacía un rápido perfil del negocio y de sus clientes, para determinar si era rentable o no atracarlo. Para el ‘estudio’, uno de los criminales (vestido de repartidor, con casco y mochila de ‘delivery’) ingresaba, observaba el ambiente y, de acuerdo con su criterio, hacía una señal que daba luz verde a sus cómplices.
Los últimos robos relacionados con esta organización delictiva fueron dos ocurridos la noche del miércoles 22 de febrero (ver infografía). Estos no salieron como habrían esperado, porque incluso uno de sus integrantes perdió la vida en un enfrentamiento con un guardia de seguridad, en el sector González Suárez.
El coronel Jairo Barrera, jefe zonal de la PJ, confirma que los sospechosos fingían trabajar como repartidores de alimentos en motocicletas, y reitera que “en esta modalidad (...), uno ingresaba al restaurante y perfilaba la cantidad de personas, para dar la alerta a los demás involucrados e ingresar con cascos, maletas de comidas y sustraer pertenencias” de las víctimas.
Una situación que también ha llamado la atención de los agentes es que, pese a que son jóvenes de entre 20 y 23 años, dominan armas de fuego y, al parecer, conocen de planificación de delitos.
Para entender esta problemática, la analista en relaciones internacionales Karen Peláez, de origen venezolano, explica el contexto del que podrían llegar estos ‘chamos’. La experta detalla que así como se ha visto en Ecuador, en su país también existen grupos criminales que reclutan niños para que cometan infracciones penales sin tener las consecuencias de un adulto.
Desde el principio
Peláez precisa que primero hay que conocer un poco del pasado y detalla que en la época del extinto presidente de Venezuela Hugo Chávez, fue creada una milicia con civiles y personal retirado de las Fuerzas Armadas, a la que proporcionó armamento e instrucción.
Es por eso que de estas asociaciones que recibieron el apoyo populista del Estado surgieron también grupos delictivos. Uno es el Tren de Aragua, que se ha extendido por algunos países de la región.
Estas organizaciones, en su búsqueda de impunidad, adiestraron y siguen capacitando a menores de edad, “porque les conviene (...), por la impunidad”.
La internacionalista argumenta que la mayoría de estos niños, por no decir todos, provendrían de entornos de violencia o donde falta dinero, incluso, para el alimento diario y educación. “Son menores que ya han desertado de los colegios, que además no tienen protección en su primera infancia con respecto a lo que es lo social. Son niños que vienen de comunidades de muy bajos recursos y cuando el país entró a la crisis económica más aguda, la situación empeoró mucho más”, expone.
Es por eso que no descarta que esos niños y adolescentes experimentados que fueron formados para delinquir, sean los jóvenes que ahora cometen actos ilícitos en Ecuador, porque pudieron haber llegado a causa de la grave crisis migratoria que atraviesa Venezuela.
Peláez menciona que tal vez algunos de “ellos salen creyendo que van a tener una mejor calidad de vida y no necesariamente la reciben, porque el país que los acoge tampoco se las puede garantizar (...). Son países donde también hay crisis”.
Los mismos derechos
Kléber Riofrío, abogado especializado en Derecho Constitucional, explica que cuando una persona extranjera es detenida, sea del país que sea, su representante diplomático debe ser informado de inmediato, como se ordena en el artículo 77, numeral 5, de la Constitución de la República del Ecuador.
Esto debe darse para otorgar a los sospechosos las “garantías básicas del derecho a la defensa, como contar con un abogado. Y si no lo tienen, deben ser asistidos por un defensor público. Además, se debe garantizar la presunción de inocencia, el derecho a presentar y contradecir pruebas, acciones... Tienen los mismos derechos”.
“Estado fallido”
Respecto al control de ingreso de personas al Ecuador, el jurista sostiene que “nuestro país ha fallado, por no decir que ha tenido un Estado fallido, porque los controles han sido absolutamente permisivos”.
Riofrío hace esta afirmación debido a que, según expresa, no se ha notado un trabajo contundente para vigilar y reducir los pasos clandestinos que existen en las fronteras norte, con Colombia, y sur, con Perú.
El abogado concluye que “es fácil evadir el control estatal (...). El Estado debería implementar otras políticas o por lo menos buscar la manera de tener una base de información de las personas que ingresan y conocer también el tema de los antecedentes penales. Todo eso”.
La población vulnerable y los criminales, los últimos en salir
Karen Peláez describe que cuando un país está en crisis, el proceso de migración suele tener un orden: antes de que estalle, primero salen los empresarios, los visionarios y personas preparadas.
“En Venezuela, las empresas más importantes salieron cuando Chávez empezó con las expropiaciones (a partir de 2007)”. Luego migró la clase media y ya desde 2017 hubo el pico de mayor crisis económica, cuando literalmente la población vulnerable se moría de hambre y ellos salían hasta caminando”.
Finalmente, partieron también miembros de las agrupaciones criminales.