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Milagro: “¡Perdóname, Dios mío!”
La súplica de un conductor de taxi, a quien le dispararon cuando hacía una carrera. Él y una pasajera fallecieron.
“Por ganarnos uno o dos dólares, muchas veces tenemos que meternos a sitios peligrosos y mire las consecuencias”, dijo con preocupación Jorge Bravo, dirigente de los taxistas en el cantón Milagro, provincias del Guayas, al confirmar que a su compañero Euler Fabián Villacrés Suárez, de 47 años, le dispararon.
Él y otros transportistas llegaron al sitio para corroborar lo que habían visto a través de las redes sociales.
El conductor y Yessenia Vanesa Vargas Paredes (44) ya habían sido llevados, en ambulancia, al hospital León Becerra de Milagro. Pasadas las diez de la noche del domingo 12 de junio de 2022, los médicos informaron sus decesos.
La Policía revisaba el taxi de la cooperativa Manuel Andrade que quedó con sus luces encendidas, en media calle. Buscaron indicios para saber qué había ocurrido con el taxista y la pasajera.
Después se conoció que una tercera persona resultó ilesa. Los agentes ubicaron en el León Becerra a Gilson Ariel Zea Pombosa, amigo de Yessenia Vargas.
El testigo les contó que junto a la mujer y otras personas estuvieron bebiendo en la vivienda de un amigo en el sector Las Palmas.
A las 21.15, por medio de un aplicativo móvil, solicitaron un taxi para ir a otro sitio a continuar con la farra.
Según la versión de Zea, cuando salían hacia la avenida principal, el taxista topó una motocicleta y después de eso cuatro sujetos en dos motos los siguieron. Uno se acercó por la ventana del chofer.
El pasajero escuchó que el conductor suplicó: “¡Perdóname, Dios mío!” y luego le dispararon. El testigo pudo agacharse y cuando los atacantes se fueron pidió ayuda, para su amiga y el conductor heridos.
Descartan que el ataque sea por robo
Por el testimonio de Zea se descarta, al menos por ahora, que este asesinato haya sido por robo o por venganza.
El jefe del Distrito de la Policía en Milagro, Álex López, dijo que las víctimas no registraban antecedentes penales.
Los deudos cuestionaron la falta de seguridad.