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Judicial
Quito: A Luz y Vida que ni vayan los delincuentes
Los robos en motocicleta en este sector de Quito son constantes. Incluso hay una casa que les ‘acolita’ a los ladrones a esconderse. La Policía y la dirigencia barrial se reunirán.
Una aparente calma se vivió este martes 21 de febrero en el barrio Luz y Vida, en el norte de Quito, luego de que en el feriado de carnaval los moradores dijeron ‘basta’ ante la delincuencia. Las calles de este sector se alborotaron con la presencia de los residentes, que dejaron atrás el temor y empezaron a organizarse.
El sábado 18 de febrero, diversos robos violentos acabaron con la paciencia de los vecinos. Ese día, la jornada criminal comenzó con el caso de un hombre que manejaba un automóvil en la avenida Simón Bolívar y fue interceptado por pillos.
Los sujetos le robaron su auto y lo llevaron hasta Luz y Vida para camuflarlo, según testigos. Cuando el afectado supo dónde lo tenían, pudo recuperarlo y no puso la denuncia. Sin embargo, esto solo fue el comienzo.
A lo largo de la mañana del sábado, dos sujetos en moto cometieron, al menos, tres robos a mano armada. Por eso los pobladores ya no aguantaron más.
Complicidad
La gente se autoconvocó para darles su merecido a quienes serían los causantes de los atracos y de la receptación de lo robado. Armados con palos y ‘forrados’ de valor se reunieron en la calle Simón Bolívar para ir hasta una de las casas en las que presuntamente se escondían los delincuentes.
Al tiempo, llegaron agentes policiales para calmar los ánimos. Gary Valencia, subteniente del subcircuito Bicentenario, indicó que moradores denunciaron que identificaron el sitio donde estaban los implicados en diversos delitos.
“Con el permiso de los dueños de casa ingresamos, pero no se encontró nada fuera de la ley”, acotó el uniformado. Ante ello, una moradora dijo que en ese lugar estaba un tipo que era ratero.
La gente lo sacó y amenazó con lincharlo. El hombre, en su desconcierto, argumentó que él también fue víctima y que los delincuentes le habían robado una moto, la cual fue encontrada a dos cuadras de distancia.
“Si no presentas la denuncia, te quemamos la moto, porque en esa nos están robando”, gritaban los moradores.
El dueño de la supuesta motocicleta robada llamó a su madre y presentó los documentos de la denuncia que le dieron en Fiscalía, ante lo cual la gente evitó hacerle algún daño a ese liviano vehículo.
Un trabajo en conjunto
“Siempre que madrugamos a trabajar, los delincuentes tienen la ‘costumbre’ de moverse en motos, nos ven solos, nos amenazan con pistolas, cuchillos o nos golpean y luego roban”, detalló una moradora a EXTRA. Ella aseguró que la gente conoce dónde viven los delincuentes, pero sin pruebas del delito no se puede hacer nada.
“Ahora el pueblo está unido, no les vamos a dejar que nos quiten lo poco que conseguimos en el trabajo”, acotó otro habitante.
Según el subteniente Valencia, se tiene previsto hacer reuniones con los moradores, la Policía y miembros de la Agencia Metropolitana de Control, para empezar a trabajar por la seguridad de la zona.