María Gómez se retorcía en los brazos de un pariente que intentaba contener su angustia por el crimen de su hijo Antonio Mantuano. “Mijo lindo, levántate, tesoro de mi vida”, imploraba la mujer cerca del cadáver en la calle tercera de la ciudadela Patria Nueva, en Daule.

Eran las 11:00 del 11 de diciembre cuando Mantuano fue abordado por dos tipos en moto mientras conversaba con una chica. Le descargaron más de cinco disparos en la cabeza y tórax.

La balacera fue tan potente que incluso provocó que un culto evangélico de una iglesia de la localidad se detuviera. Los ‘hermanitos’ salieron ‘soplados’ del sitio.

Se indaga el caso

José Mantuano, con su voz entrecortada, manifestó a EXTRA que su hijo era soltero. Desde hace meses había abandonado su domicilio en el recinto Pajonal, de la vía a Nobol, para llegar a Daule y vivir independientemente. “Desconozco porqué lo asesinaron”.

Hasta el cierre de esta edición, los agentes de la Policía Judicial (PJ), al mando del teniente Jhon Santana Quiroz, ‘explotaban’ una cámara de seguridad que está a 100 metros de la escena violenta para tratar de identificar a los pistoleros, quienes no se robaron nada del joven.

La víctima era el segundo de cuatro hermanos. Las autoridades indagarán en qué trabajaba Mantuano tras su llegada al cantón.

Una vez que se finalizó la indagación, el cuerpo fue retirado del sitio, en medio del pesar de la gente que está cansada de tanta violencia.

“Ya no se puede vivir en mi Daule. Los sicariatos por pelea de bandas, por territorio de droga, aumentan cada día más”, lamentó Yesenia Castillo, habitante de la ciudadela Los Álamos, quien alarmada fue a ver lo que había ocurrido.