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Judicial
Imbabura: Madre asesinada y enterrada
En la ciudad de Ibarra, tres parientes fueron detenidos y están implicados en un femicidio
Las cámaras de seguridad de una residencia delataron el brutal femicidio y entierro de Jéssica Yadira Narváez Imbaquingo, de 28 años, provocado, al parecer, por quien fue su conviviente. Un hermano y una prima del sospechoso también fueron detenidos por la Policía.
Antes de su desaparición, Jéssica Yadira disfrutó del bautizo de su primogénito, de 11 años, en el barrio La Primavera. La fiesta fue organizada por el padre del niño, debido a que mantenían buenas relaciones luego de la separación.
Según Aurora Imbaquingo, madre de la víctima, el sospechoso, nuevo conviviente de Yadira, quien andaba en una motocicleta, fue a retirar a su hija y a su nieto cerca de la 01:30 del domingo 10 de julio. Esa fue la última vez que la vieron.
La familia presume que el hecho de sangre se dio en horas de la madrugada de ese día y que el involucrado trató de hacer pasarlo como una desaparición.
A las 18:00 del domingo 10 de julio, el sospechoso había ido donde la madre de la víctima para dejarle al niño.
A la señora le resultó raro debido a que Yadira jamás dejaba solo a su nieto. Desde ese momento la angustiada mujer sintió que algo malo sucedió. El lunes 11 de julio pusieron la denuncia.
Jaime Valencia, jefe de la Dinased, dijo que una pista clave fueron las cámaras de seguridad. Uno de los aparatos de una residencia privada captó cuando la pareja y el menor ingresaron, la madrugada del domingo, a la vivienda en el barrio 10 de Agosto de la ciudad de Ibarra, provincia de Imbabura, pero ella jamás abandonó el lugar.
En ese espacio vivían Yadira, su hijo de otro compromiso, el implicado y el hermano de este.
Otro dato que llamó la atención de los agentes policiales es que el hermano del involucrado llegó con un camión hasta la casa para sacar las cosas.
La ayuda de los vecinos también fue importante. Una señora que vive cerca notó que el implicado, un hermano y una mujer hacían ruido la mañana del domingo, por eso cuando ella logró ingresar a la casa vio que la tierra estaba removida y cuando llegó la familia de la víctima cavaron y encontraron a Yadira sin vida, envuelta en una cobija.
La policía contactó al chofer del carro que vieron fuera de la casa y este les avisó que los enseres fueron llevados hasta el barrio Los Soles, pero que fueron a botar un colchón, al parecer, con manchas de sangre, a una vía de segundo orden y lo incineraron.
A Yadira le hicieron un corte profundo en el cuello y también tenía cortados los dedos de las manos, se cree que por la resistencia y lucha que quizás tuvo con su agresor.
El conviviente de la víctima y sus parientes son investigados por la Dinased que anotó contradicciones en las versiones que rindieron. Este jueves 14 de julio harían la audiencia de formulación de cargos.