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Judicial

El cadáver fue retirado del sitio con la ayuda de miembros del Cuerpo de Bomberos de Quito.ANGELO CHAMBA

Hombre carbonizado en Quito era exmarino; solo su medallita se salvó

Deambulaba por las calles desde hace más de 15 años. Se indaga si fue un crimen o un accidente.

Una placa metálica de la Marina ecuatoriana fue la pista para identificar los restos de José Quezada, de 62 años, quien murió carbonizado en un incendio en La Argelia Baja, sur de la capital.

El hombre vivía en una covacha, en una pendiente del sector, la cual se consumió en su totalidad por las llamas desde la madrugada del 29 de agosto. Una excuñada del fallecido conversó con EXTRA y detalló que Pepe, como le decían de cariño, decidió vivir de esa manera hace muchos años.

“Él tenía nueve hermanos que siempre lo quisieron ayudar, pero ya no se pudo”, lamentó la mujer, quien llegó al lugar tras conocer la noticia.

La allegada contó que era común ver a Quezada caminando por la avenida Pedro Vicente Maldonado. Allí siempre se paraba en una esquina y ayudaba a barrer la entrada de un restaurante.

“Por eso le daban cualquier cosita”, refirió la señora. Pero la mañana del lunes, el hombre ya no fue, lo que levantó sospechas en los parientes.

Los parientes del hombre lamentaron lo ocurrido.ANGELO CHAMBA

Cuando fueron a la casucha en la que vivía vieron que esta se estaba quemando. Y fue en ese momento que hallaron lo macabro: Pepe había sido también consumido por el fuego.

Crimen o accidente

“La Policía ya no nos dejó pasar para ver más”, indicó la excuñada del fallecido. Al tiempo, la noticia se regó por el barrio y la gente se reunió cerca de la escena para conocer de lo sucedido.

Entre los comentarios de las personas saltó algo alarmante: probablemente Quezada fue asesinado. Pero los agentes de la Dinased no se atrevieron a adelantar ese criterio.

Lo mismo ocurrió con los bomberos, liderados por el teniente Jason Toapanta, quien aseguró que luego de 72 horas se conocerían las causas del incendio. “Lo que sí podemos decir es que hubo dos escenas quemadas”, acotó.

Mientras se realizaban las investigaciones, las personas que conocieron a Pepe decían que era un buen vecino. “Siempre que pasaba, me saludaba. Lo veía recogiendo botellas y pensé que era reciclador, pero ahora me entero de que ha tenido familia”, contó Carmen Sánchez, una de las residentes.

La allegada del hombre contó que hace cuatro años la madre de él murió. Antes de fallecer había pedido que lo cuidaran. “Cada semana sus hijitas venían para lavarle la ropa, para bañarlo. Siempre estuvieron pendientes de él”, rememoró la señora minutos antes de que los restos fueron embarcados en la ambulancia de Medicinal Legal. 

Amenazas

Se indagará si el hombre tuvo algún tipo de amedrentamiento.

Fuera de casa

La pariente de Quezada dijo que sus hijas iban cada semana para atenderlo.

Seguridad

La gente pidió que se hicieran más patrullajes porque el sector es peligroso.