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Judicial
Guayaquil: Siete heridos en un tiroteo
La Policía indagaba una posible relación con el microtráfico de drogas. Los parientes de las víctimas dijeron que se habría tratado de una confusión.
Eran aproximadamente las 18:40 del domingo 5 de junio, cuando un grupo de nueve familiares aguardaba en el portal de una casa el inicio del partido amistoso entre Ecuador y México, que se disputaría en el estadio Soldier Field, de Chicago, Estados Unidos.
El encuentro tuvo un breve retraso, pero eso no incomodó a los parientes, quienes en la espera disfrutaban del momento conversando, haciendo bromas y tomando unas cervezas, según recordó uno de ellos.
Sin embargo, no pudieron ver el juego de la Tri porque antes del pitazo inicial, un sujeto que había llegado hasta los exteriores del inmueble sacó un arma y empezó a dispararles, por al menos 26 ocasiones, con una sola pausa entre los ‘plomazos’, acotó otro allegado.
El individuo, al parecer, había llegado a pie y tras arrimarse a un poste esperó unos minutos para ejecutar el atentado.
Este hecho violento se suscitó en la cooperativa Carlos Magno, del sector Juan Montalvo, en el noroeste de Guayaquil. En total, siete personas resultaron heridas, aunque una dudaba de que su lesión fuera producto de un balazo.
Se trata de una joven de 23 años que al momento de la balacera corrió hacia el interior del inmueble para protegerse. Cuando el criminal dejó de disparar, ella notó que su pie sangraba. “Tal vez me lastimé con algún vidrio, o me corté con otra cosa”, mencionó.
En el caso de los otros seis perjudicados, sí se confirmó que resultaron heridos por proyectiles. Ellos fueron trasladados a diferentes centros médicos. Las víctima, tres hombres y tres mujeres, tienen entre 22 y 55 años.
De ellos, hasta el mediodía siguiente, había dos en condiciones críticas, comentó un pariente.
Hipótesis
En un informe preliminar del caso, se detalla que los investigadores buscaban establecer si el ataque tiene relación con el microtráfico de drogas en el sector.
No obstante, los familiares de las víctimas dicen que se habría tratado de una confusión, porque aseguran no tener problemas con nadie, ni haber recibido amenazas.