El internamiento en los centros de Adolescentes Infractores (CAI) se ha convertido en una oportunidad para que las organizaciones criminales identifiquen y formen a quienes se convertirán en sus próximos líderes, porque -durante el encierro- algunos ya actúan como capos y otros como sus subordinados.

Es lo que puntualiza el psicólogo forense Segundo Romero, quien además de ser perito del Consejo de la Judicatura es un oficial en servicio pasivo que fue parte de la Policía Especializada en Niños y Adolescentes. “Es una situación complicada. Desde ahí ya salen los delincuentes, con un perfil antisocial, con pensamientos perversos, psicopáticos. Hay chicos que, a su corta edad, ya manejan bandas dentro del correccional”, reitera.

Además, sostiene que algunos de los menores de edad que están en estos centros son reincidentes y que por eso “conocen el teje y el maneje de esos sitios. Y cuando son mayores de edad, saben cómo someter a los demás”.

En el CAI de Guayaquil, los internos rendirían cuentas a dos bandas rivales: Los Lagartos y Los Choneros, siendo estos últimos los que mantendrían la supremacía en el lugar, según ha revelado un informante a Diario EXTRA.

Y fue esa pugna la que el 9 de abril de este 2022 provocó un enfrentamiento que terminó con la muerte de un adolescente (ver infografía). De acuerdo a las investigaciones, el ataque fue perpetrado por al menos seis sospechosos: todos mayores de edad.

Por ese motivo, tras ser procesados por asesinato, fueron trasladados al Centro de Privación de Libertad Regional, donde ahora comparten celdas con adultos.

Víctor González, fiscal especializado de Guayas, explica que esa es la única manera de que un interno que ha cumplido la mayoría de edad en un centro para menores sea llevado a una cárcel para adultos. “Esto es porque al ser mayores de edad y cometer un delito, serán sancionados como lo que son: personas adultas”, sostiene.

En la urbe porteña, de 69 internos que constaban en los registros del CAI (el 8 de abril de 2022), 27 ya eran mayores de edad. Es decir, que ocupaban el 39 % del total.

El fiscal González precisa que para infracciones graves, como el asesinato, los adolescentes reciben sanciones de hasta 8 años de internamiento y es por eso que muchos alcanzan la mayoría de edad. Y no pueden ser llevados a un reclusorio para adultos, porque “su sanción o pena fue cuando eran menores de edad”.

Kléber Riofrío, abogado constitucionalista, señala estar de acuerdo con que los jóvenes que han cumplido la mayoría de edad en un CAI no sean llevados a una cárcel para adultos, porque aumentaría el riesgo que corren de ser asesinados y “la finalidad (del internamiento) es que sean rehabilitados, pero no se cumple (...). No se garantiza su integridad física, sexual y su derecho a la vida...”, cuestiona el jurista.

Riofrío hace hincapié en que debido a las falencias que existen en los centros de internamiento, es que “el adolescente puede caer en mafias”.

Informe

En el informe público de Rendición de Cuentas del SNAI, solo se hace referencia a la cantidad de internos que se registró a finales de 2021. No existen datos de lo que se ha hecho para mejorar la situación de estos lugares de internamiento para menores infractores.

LOS EXPERTOS

Segundo Romero, psicólogo forense y perito del Consejo de la Judicatura: “Saben que la ley los favorece”

Para el especialista, se debe realizar una “reforma profunda”, porque “ellos ya tienen una conducta antisocial, conocen el sistema y saben que la ley los favorece: les permite cometer un delito y no ser sancionados con prisión preventiva sino con medidas socioeducativas, que a la final nunca sirven para algo”.

Víctor González, agente especializado de la Fiscalía: “No siempre hay internamiento”

El fiscal detalla que los menores de edad se someten a una ley especial conocida como Código Orgánico de la Niñez y Adolescencia (CONA), “con su propio procedimiento para sancionarlos”. Y aclara que “no siempre se sanciona con internamiento a los adolescentes”. Por lo general, se lo hace en casos de “asesinatos, sicariatos, robos con muerte, robo con violencia y violación”.

Kléber Riofrío, abogado experto en Derecho Constitucional: “No cumplen con la norma legal”

El jurista afirma que los Centros de Adolescentes Infractores “no cumplen con la norma legal” y que eso “se puede evidenciar con los acontecimientos de hace pocas semanas (ver El último percance). Además, enfatiza que estos lugares “no brindan la seguridad ni la certeza del derecho a la integridad personal”