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La gente anda 'paniqueada' en Guayaquil
Encendedor en forma de granada generó alarma en Villa Bonita, en el noroeste porteño. El día anterior, unas bengalas viejas también provocaron susto.
El pánico ha invadido a la ciudadanía debido a los atentados con disparos y explosivos que se incrementaron en Guayaquil a partir del 1 de noviembre de este 2022. Por eso, la gente anda ‘mosca’ y a la vez asustada.
En el último hecho acontecido hasta el cierre de esta edición, la mañana del sábado 12 de noviembre, una fosforera aterrorizó a algunos residentes del plan habitacional Villa Bonita, en el noroeste porteño.
¿Por qué? Porque el objeto en mención tenía la forma de una granada aturdidora, un arma considerada no letal, pues ha sido creada para confundir o desorientar a quienes se encuentren dentro de su rango de acción, de acuerdo a las especificaciones del fabricante.
Sin embargo, los lugareños no podían saber que se trataba de un objeto falso. Tampoco los agentes del Servicio Preventivo que llegaron a la escena para acordonarla, pues de eso debían encargarse los especialistas de la Unidad Antiexplosivos del Grupo de Intervención y Rescate (GIR).
No obstante, hasta que ellos llegaron, la notica ya se había esparcido en grupos de WhatsApp y en redes sociales como Facebook, Twitter e Instagram.
Lo que se conocía, hasta el momento, era que la supuesta granada había caído de la moto de dos sujetos que pasaron por uno de los retornos de la avenida principal del sector y que un grupo de personas que comía encebollado en una carreta se había acercado para observar qué era. Ellos dieron la alerta de ‘bomba’.
No obstante, tras la llegada de los conocedores de explosivos -tras algunas pruebas de campo preliminares- se constató que se trataba de un encendedor y que no generaba ningún tipo de riesgo, tanto así que un agente empezó a manipularlo con sus manos.
¿Tacos de dinamita?
La mañana anterior, en el ingreso de una ciudadela de vía a la costa, moradores reportaron el hallazgo de dos supuestos tacos de dinamita, pero para comprobar que se trataba de una falsa alarma no fue necesario la llegada de especialistas. Los primeros uniformados comprobaron que eran bengalas usadas. Y lo reiteró la Corporación para la Seguridad Ciudadana de Guayaquil (CSCG).
El 7 de noviembre, el pánico también invadió a unos agentes, quienes luego de sufrir un ataque a tiros en la ciudadela Bellavista, dispararon en contra de otros individuos que bajaban latas de cervezas de un carro. Habrían pensado que eran explosivos.
UN CASO REAL:
Dos individuos que se movilizaban en una moto, pese a la restricción de circulación que existe para motociclistas, fueron observados por un grupo de agentes de la Policía Nacional que hacía un operativo de rutina en la cooperativa Paraíso de la Flor, en el noroeste de Guayaquil.
El percance se suscitó aproximadamente a las 20:00 del viernes. Los uniformados, al ver que se cometía una infracción frente a ellos, desplegaron un operativo de inmediato y los alcanzaron a pocas cuadras.
En consecuencia, hicieron que se lanzaran al piso, pero cuando empezaban a hacerles una revisión, uno de ellos escapó. No obstante, fue atrapado por otros policías.
El sospechoso que había quedado en el sitio portaba una mochila, en la cual se encontraron dos artefactos explosivos. Se desconoce si estos serían utilizados en algún atentado. Comandos del Grupo de Intervención y Rescate (GIR) hicieron una detonación controlada. (SCM)