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Crónica roja

Desde el miércoles 17 de agosto, familiares empezaron a buscarlo en el afluente, después de recibir pistas y realizar averiguaciones.Luis Cheme / EXTRA

Esmeraldas: Cinco balazos a la cabeza y luego lo lanzaron al río

El hombre estaba desaparecido desde el pasado 14 de agosto. Su progenitora presintió que lo hallaría en el afluente. Lo ‘ahogaron’, pero... de plomo.

La angustia de días se volvió dolor y desconsuelo. Eso vivieron los familiares de un hombre de 27 años cuyo cadáver fue encontrado el pasado sábado en el río Esmeraldas, a la altura del recinto 5 de Agosto, sector conocido como Las Golondrinas, cantón Quinindé.

Autoridades confirmaron que el hombre recibió 5 ‘pepazos’ en el ‘mate’, su muerte fue instantánea. Luego fue lanzado al río. La autopsia descartó el deceso por ahogamiento.

“Algo me decía que busque a mi hijo en el río. No dudé en salir en una canoa y lo hallamos. Pedimos justicia porque era un muchacho trabajador que vendía su pescado para mantener a su familia”, dijo la desconsolada mujer en el sepelio que se realizó la mañana de ayer (domingo 21 de agosto) en el cementerio general del cantón.

La víctima fue vista por última vez a las 15:00 del 14 de agosto; guardaba su triciclo, luego de vender pescado en los bajos del edificio donde funcionaba la extensión de la Universidad Luis Vargas Torres, en Quinindé.

‘Guerra’ psicológica

El martes  16 de agosto, al celular de la esposa de Nelson llegó un mensaje con una foto en la que se lo veía a él tirado en el piso, con pies y manos atados con cinta de embalaje y amordazado. En la cabeza se visualizaba sangre; en la rodilla estaba atada una especie de máscara de color rojo y negro.

Después de esto recibió un vídeo en el que se lo apreciaba a Nelson con vida, con las manos y los pies atados, arrodillado y con los ojos vendados. El vídeo fue enviado por WhatsApp; los remitentes lo borraron minutos después.

Un allegado a la víctima relata que hace 20 días aproximadamente el joven recibió una llamada misteriosa y amenazante. Le dijeron que ya lo tenían localizado y que lo iban a matar a él y a su familia.

“A los 15 días justito lo mataron con violencia. No merecía morir así mi hermano, estamos muy dolidos”, expresó. Además, cuenta que en varias ocasiones el vendedor de mariscos le dijo a su ‘ñora’ que presentía que lo iban a ‘virar’.

El occiso tenía antecedentes por tráfico de drogas, contravenciones de cuarta clase y lesiones a terceros, según archivos de la Función Judicial.