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La Policía llegó hasta el lugar donde fueron asesinados una mujer y su acompañante.Cortesía

Dos provincias amazónicas sufren por la violencia

Seis personas fueron asesinadas en Sucumbíos y Orellana. Las víctimas fueron dos hombres y cuatro mujeres.

Francisca Romero, de 39 años, quedó recostada cerca de una moto blanca junto a un poste de luz. Era como si se hubiera quedado dormida, pero en realidad estaba muerta luego de que le cayera una ‘lluvia’ de balas.

La mujer fue una de las tres personas asesinadas durante la tarde del viernes en la ciudad de Lago Agrio, capital de Sucumbíos. Su acompañante, llamado Édwin Orellana, de 39 años, también fue acribillado durante aquel ataque y quedó sentado a un lado del vehículo de dos ruedas.

El hecho se produjo mientras Romero y Orellana recorrían en aquella moto blanca por la calle El Oro, cerca de la avenida Quito, a las 18:30. Se estacionaron afuera de una casa y, en ese instante, cuatro sujetos fuertemente armados los interceptaron.

Los sicarios se movilizaban en dos motocicletas. Sin perder un minuto, los tipos descargaron los balazos en contra de ambas víctimas mientras una cámara de seguridad de la zona captaba el crimen.

Estaba fichada

El hijo de la fallecida también fue asesinado en circunstancias similares hace nueve meses.Archivo

Luego de la fuga de los asesinos, la gente llamó a la Policía. Se envió un equipo de investigación, el cual entrevistó a los hermanos de ambos fallecidos, quienes comentaron que no sabían el motivo del crimen.

Sin embargo, los agentes descubrieron que sí existía un antecedente. Según la Policía, los sicarios seguían los pasos a Romero desde el 29 de octubre de 2021 cuando estuvo a punto de ser tiroteada durante un ataque ocurrido en la vía a General Farfán, parroquia de Sucumbíos, ubicada cerca de Colombia.

En ese mes, ella, su hijo Rodrigo Tierres, de 22 años, y dos amigos más se movilizaban en un auto. Pero la mujer se bajó durante el trayecto y fue cuando al vehículo lo atacaron a plomo: Tierres y los demás fueron asesinados.

Las investigaciones policiales determinaron que tanto ese ataque como el ocurrido este 22 de julio se dieron por un problema vinculado al tráfico de drogas. Y no solo eso, ya que los agentes detallaron en un informe que Romero también estuvo ligada en un delito de trata de personas.

Mataron a otro pana

El otro hecho se registró a 1,7 kilómetros del crimen de la pareja. La víctima iba en camioneta.Cortesía

En la escena, los gendarmes se dieron cuenta de que ambos fallecidos eran amigos de otro hombre que había sido asesinado a las 18:15 del mismo viernes. El sujeto, identificado como Rafael Loaiza, de 49 años, fue hallado sin vida en las calles 18 de Noviembre, entre la avenida del Chofer y Progreso, a 1,7 kilómetros de distancia del otro crimen. Y, asimismo, los sicarios que acribillaron a la pareja se encargaron de Loaiza, como revelaron las pericias policiales.

Dos panas que acompañaban a la víctima contaron a los uniformados que habían estado en un sector que se llama Las Chozas. De ahí los tres subieron a una camioneta y se dirigieron a la casa de la pariente de un amigo de Loaiza.

“Mi amigo y yo nos bajamos para irnos al baño. La víctima se quedó en el carro. De pronto escuchamos ruidos de disparos”, contó el testigo. Para saber lo que había pasado, el amigo de Loaiza subió a la terraza y desde ahí vio a dos motos, la una negra y otra azul, con ocupantes que tenían chalecos antibalas de la Policía. Además, estaban armados con fusiles y pistolas.

Tras la plomiza, el cadáver de la víctima quedó tendido cerca de la camioneta en la que viajaba. Según la Policía, el hombre tenía antecedentes penales por asociación ilícita.

Una semana llena de muertes violentas

En Dayuma, dentro de un inmueble, fue hallado el cadáver de una mujer.Cortesía

Otra de las provincias amazónicas que se ha visto afectada por la violencia es Orellana. En esta zona, en dos días ocurrieron tres crímenes.

En el uno está involucrado un chico, de 16 años, quien hoy cumple su séptimo día aprehendido luego de que supuestamente mató a una mujer de 46 años y a la hija de ella, de apenas 6 años.

Sucedió en el cantón Loreto, el 18 de julio, cuando el tipo entró a la tienda de la víctima para robar, según las pericias.

Mientras que la otra muerte violenta se registró en la parroquia Dayuma, donde un hombre apuñaló a su pareja, el 21 de julio.

La Policía informó que el hecho se habría dado porque la víctima quería divorciarse de su marido.