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Sucesos

Los agentes llegaron para constatar los daños provocados por los familiares del muerto.Luis Cheme / EXTRA

Se 'desahogaron' destrozando una casa de salud en Esmeraldas

Parientes de tiroteado no entendieron que los médicos no podían revivirlo y dañaron puertas de vidrio y mobiliario. También se llevaron a su muerto

Los familiares de Kevin Michael Cabezas Quiñónez, de 21 años, no aceptaban su muerte y para ‘desahogarse’ rompieron las puertas de vidrio y mobiliario del subcentro de salud Tipo C Las Palmas, norte de Esmeraldas.

El tipo fue llevado al sanatorio luego de recibir un balazo en la cabeza que lo mató de inmediato. Sucedió en un tiroteo entre bandas delincuenciales y miembros policiales.

Una enfermera contó a EXTRA que los familiares de Cabezas Quiñónez llegaron al sanatorio aproximadamente a las 16:00 del domingo 19 de febrero. De forma alevosa, ellos exigieron que le salvaran la vida, pero ya nada se pudo hacer.

“En ningún momento hubo ineficiencia médica, como alegaron los familiares del joven; sin embargo, no entendieron razones y empezaron a destruir lo que encontraron a su paso”, relató un galeno.

Se lo llevaron

En vista de todo aquello, los familiares no permitieron que se realizara el levantamiento del cadáver y que fuera trasladado al Centro de Medicina Forense. Lo que hicieron fue embarcarlo en una camioneta y lo llevaron a su domicilio en el barrio El Palmar, donde se produjo el tiroteo.

Los moradores del sector dieron fe del suceso que se registró aproximadamente a las 14:30 del domingo 19 de febrero. Un habitante de la zona contó que un grupo de jóvenes corría por las calles del sector y que más atrás pasaron los policías. “Unos minutos después se empezó a escuchar la balacera, dicen que venían robando”, aseguró un hombre que pidió el anonimato.

Las puertas de vidrio fueron reventadas por los parientes del baleado.Luis Cheme / EXTRA

Riesgo latente

Siete incursiones armadas en distintos centros médicos de Ecuador se registraron en 2022, de allí la necesidad de implementar planes y protocolos que garanticen la seguridad del personal de salud.

Según Edwin Arroyo, presidente del Colegio de Médicos de Esmeraldas, asegura que se debe trabajar en la identificación de riesgos, muchas veces desde el momento en que se solicita la atención o el traslado de un paciente que sufrió una herida de arma de fuego, arma blanca o si fue una confrontación entre bandas de delincuentes, hay una amenaza.

“Como colegio de médicos hemos hecho las observaciones al ministro porque estamos trabajando sin garantías. No es solamente la invasión del tipo C Las Palmas, hemos sido amenazados, asaltados, extorsionados, los médicos estamos desprotegidos”, aseguró Arroyo.

Según el profesional, eventos como el del domingo 19 de febrero son comunes en el Tipo C Las Palmas, donde la gente del sector, líderes de bandas amenazan y someten a los médicos con armas para exigir atención.

“Los médicos vivimos una situación caótica y bajo amenaza constante”.

Los hospitales públicos de Esmeraldas son considerados como zonas calientes por el Ministerio de Salud, por eso se trabaja en un plan para reforzar las medidas de seguridad con detectores metálicos, armas y la inclusión de videovigilancia.